El 20 de enero fue instalada la comisión especial de la Asamblea Nacional que analizará la situación de la frontera. Entre los miembros de esa comisión figura el diputado de la MUD por el estado Apure Julio Montoya quien sostiene que los objetivos por los que se convocó el cierre de la frontera no fueron logrados. “El cierre de la frontera era para supuestamente combatir la situación económica, el contrabando de extracción y acabar con las colas y escasez.
Luego de varios meses de cerradas las fronteras el resultado es que las colas han aumentado, el desabastecimiento es superior y por lo tanto los objetivos no se han logrado sino que al contrario la situación se ha agravado”, comentó telefónicamente a El Impulso.
Sostiene que a causa del cierre de frontera en el caso de Apure y Táchira las poblaciones están seriamente afectadas al extremo que desde El Nula hasta Guasdualito la gasolina se ha convertido para el venezolano en un artículo de un valor incalculable.
Recuerda que el narcotráfico fue otra de las escusas para el cierre y el resultado es que Venezuela en todos los aeropuertos y puertos del mundo figura como el país con mayor número de destino de las drogas incautadas. “Eso implica que para tener una operación de esa magnitud en Venezuela tiene que haber una operación interna muy importante. Cada vez más hay decomisos en diferente países del mundo, con pasaporte diplomáticos venezolanos, es decir el narcotráfico hoy es un tema bien complicado, que no se ha resuelto, al contrario se habla de “narcosoles” y bandas criminales. Considera que “Cuando se habla del cartel de los soles”, no se presentan pruebas en relación con eso, pero tampoco se abre una investigación para moralizar a las Fuerzas Armadas. “Obviamente las FAN están afectadas porque hay señalamientos.
Lo mejor que le puede ocurrir a nuestra fuerza armada es abrir una investigación y determinar si hay o no hay generales u oficiales de menor rango”. Explica que las fronteras no hay que cerrarlas sino desarrollarlas y por eso están planteando con urgencia la discusión del desarrollo de la frontera. “Una frontera no es un límite entre un país y otro, sino que es el área de influencia de diferentes pueblos, la frontera colombo-venezolana es una de las más activas del mundo, hay muchas mujeres colombianas casadas con venezolanas y al revés y mucho intercambio comercial. Hay que tomar en cuenta esta variable social humana, tiene que ser desarrollada para que se convierta en un muro de contención para el contrabando, la inmigración ilegal y el narcotráfico; por ser Colombia un país productor de drogas”. “Sería genial si aprobamos, por ejemplo, en la Ley de la Frontera que toda empresa que se instale en el eje fronterizo, va a tener tres años de gracia en materia fiscal, es decir, no va a pagar impuesto sobre la renta en los próximos 3 o 5 años, lograríamos desarrollar un modelo binacional de exportación e importación. No se le puede poner un candado a la frontera, a miles de kilómetros; eso no existe, la mejor manera es desarrollarla”.
Es consciente de las diversas oportunidades que existe en el extremo venezolano con poblaciones como Guadualito, Apure, Paraguaipoa, Zulia, y San Antonio del Táchira que tienen potencialidades económicas cada una de ellas en diversas áreas.
“Creo que debe haber planes de desarrollo de nuevos centros urbanos, como Ciudad Sucre que se planificó en el municipio Páez del Alto Apure, es una magnifica experiencia pero que se dejó a mitad. Fue una visión del ministro para la frontera Pompeyo Márquez que dijo voy crear entre el Cutufí colombiano y el territorio venezolano una ciudad que permita el desarrollo, pero se quedó en el colapso de los servicios públicos, no se realizó el puente para que ambos lados de la fronteras se comunicaran, es decir”.
Cree que no se puede hacer un proyecto aislado de un plan macro. “No se puede instalar una ciudad sin un plan a desarrollar.
La frontera no puede atenderse como el límite sino como un espacio para el desarrollo”. Piensa que más que crear nuevas ciudades habría que desarrollar y estimular en materia de infraestructura y servicios públicos las que ya existen. “Tenemos que hacerlas más competitivas, donde haga falta hacer otras se harán, habrá que analizar los espacios más aislados, como el eje Machiques-Perijá en Zulia, en el eje de El Nula a la ciudad de El Amparo hay un espacio grande. Habría que mejorar Puerto Páez que es frontera con Puerto Carreño Colombia. La frontera con Brasil está totalmente abandonada con pequeñas experiencias como El Callao, Santa Elena de Guairén, pero no hay incentivos para protegerla. Con lo que tenemos más un análisis situacional de qué podemos resolver nos puede ir mucho mejor”.
Está convencido de que se debe aumentar la inversión, impulsar el desarrollo y no promover la militarización. “Los militares tienen que estar para garantizar la seguridad, pero tiene que haber médicos, veterinarios, empresarios, industriales; que puedan tener ventajas competitivas para que conviertan la zona en un verdadero polo de atracción”.
La visión de Montoya es que hay muchas maneras de invertir en esa zona y una de ella es la producción de alimentos como carnes. “Viene funcionando pero de manera ilegal los colombianos hoy invierten en Apure pero se llevan el ganado por el río Arauca o el Meta, es muy difícil controlar tantos miles kilómetros. En Guasdualito tenemos una producción petrolera que puede generar, servicios conexus, porque en el Arauca colombiano hay experiencias con petróleo y la industria metalmecánica”.
Detalla que la población del municipio Páez en Apure es de más de 150 mil personas, sumada a los más de 150 mil habitantes del Arauca, podría permitir el desarrollo de diversas ciudades comerciales e industriales.
Puntualiza que en Amazonas pudiera desarrollarse el sector turismo, de producción.
“Bolívar tiene potencial en la extracción minera, metalurgia. En Zulia hay potenciales distintos porque es uno de las fronteras más largas desde La Guajira hasta los límites con el Táchira como la palma pesquera, Agrícola Pecuaria y la Guajira que es la comunidad indígena más grande del continente, de 10 mil habitantes, tiene el comercio como un eje importante de su desarrollo”.
Narcotráfico y contrabando
Cree que diversos factores han influido en el desarrollo del narcotráfico en la frontera. “Hay de todo, corresponsabilidad de los sectores encargados de brindar la seguridad, compromisos del gobierno, es decir participación en el negocio, las mafias, crecen porque las personas no tienen otra oportunidad. Sectores de la Farc están vinculados con el gobierno. En Venezuela no se investiga ningún caso de narcotráfico porque el Gobierno nacional interpretó de manera inadecuada que al no investigar o acusar no se comprometen ellos”.
Recuerda que Walid Makled, por ejemplo, tuvo un carnet de Pdvsa y ellos prefirieron no investigarlo. “Eso no ayuda a la lucha contra el narcotráfico”.
Califica de catastrófica la economía actual de los tres estados que conforman la frontera colombo-venezolana. “Mucha gente trabajaba en Colombia y viceversa y eso generaba un intercambio comercial, que ahorita es imposible por el cierre. Hay que aclarar que ese intercambio para nada tiene que ver con los productos de primera necesidad que le falta al venezolano en todo el país”.
Expresa que había médicos que atendían a ciudadanos colombianos, quienes los preferían primero por la calidad que tienen y segundo porque es más económico.
No recuerda otro cierre de fronteras en el mundo por esta característica. “Los ha habido por conflictos bélicos, pero por esto no, esto es peor que el caso de Israel con Palestina o el que pretende Donald Trump en la frontera con México”.
Sobre la prioridad de este proyecto en la Asamblea confiesa que no es fácil de decirle porque hay muchos problemas por resolver.
“Venezuela atraviesa un colapso político, económico y social. Establecer las prioridades es una de las cosas más difíciles que tendrá la Asamblea Nacional, las universidades atraviesan una crisis presupuestaria, y son una prioridad, el déficit de medicina está llegando al 80% y es una prioridad, la inflación está en 250% y es una prioridad, la escasez es prioridad y la inseguridad también; todo es prioridad. Venezuela está colapsada y necesita un gran acuerdo nacional y esa reconciliación pasa por la liberación de los presos, que es muy importante porque hay estudiantes, mujeres y políticos”.