A mucha gente las cucarachas le causan repulsión, pero los pequeños insectos son tan flexibles y ágiles que podrían servir para hallar sobrevivientes atrapados debajo de un edificio derrumbado, y por ello un grupo de científicos ha desarrollado un robot que imita a estos animales.
Las cucarachas son capaces de encogerse a un cuarta parte de su tamaño, infiltrarse en las más mínimas grietas y correr velozmente por todo tipo de superficie. Además de ello, son capaces de soportar 900 veces su propio peso. Imagínese un hombre de 90 kilos capaz de resistir un peso de 90 toneladas.
Ese singular diseño fisiológico inspiró a un grupo de científicos a crear un minirrobot que pueda emular esas características.
La esperanza es que en el futuro, los minirrobots estén equipados con micrófonos, cámaras y sensores, y sean despachados entre las ruinas de edificios derrumbados por terremotos u otros desastres. Las maquinitas incluso podrían detectar la presión, informándole así a las cuadrillas de rescate si la pila de escombros es estable.
Las cucarachas «parecen capaces de meterse en todas partes», dijo Robert Full, profesor de la Universidad de California en Berkeley y coautor de un estudio sobre el prototipo de robot.
Agregó: «Creo que son asquerosas, pero siempre aprendo algo de ellas».
El prototipo, del tamaño de la palma de la mano, se llama Compressible Robot with Articulated Mechanisms, CRAM (Robot Plegable con Articulaciones). Se parece más a un armadillo y cuando camina se mueve al estilo Charlie Chaplin. Tiene como 20 veces el tamaño de un cucaracha de verdad, pero es sencillo, y económico.
En total, el prototipo probablemente costará menos de 100 dólares, estimó Jayaram. Calculó que si se produce en masa, con el tiempo llegará a costar menos de 10 dólares cada uno.