Ante la situación desesperada en que vivimos los venezolanos votamos el seis de diciembre por un cambio en la conducción del país, pues la escasez, inseguridad, inflación, carencia de medicinas, etc., en los niveles más altos del mundo nos dibujaban un cuadro dantesco.
El 23 de diciembre, ya cerradas las puertas del TSJ, fuera de los plazos correspondientes, entre gallos y medianoche, de manera flagrantemente ilegal, se eligen arbitrariamente magistrados. ¡Que absurdo! Y estos “magistrados” defenestraron a los diputados electos soberanamente por los habitantes del estado Amazonas. Diputados proclamados y acreditados por el CNE y quienes lógicamente gozan de inmunidad parlamentaria. Esta justicia del terror es condenada por todos los organismos internacionales.
Pasan los días y la crisis sigue avanzando; ya no es crisis, es caos, es una tragedia nacional que está llegando a emergencia nacional humanitaria. Vamos hacia una situación de hambruna. Esta cruda y dramática situación nos golpea la cara. ¿Quién no la ve? No exagero si digo que de continuar este caos pronto coordinaremos ayuda internacional humanitaria o antes esta olla en ebullición puede estallar por el descontento popular.
La Asamblea Nacional recibe un decreto de emergencia económica y son citados los ministros y organismos del área económica para oír su justificación; pero en franco desacato, no asisten. Lógicamente, el decreto es negado.
Este régimen antidemocrático, incapaz, violador de DD HH, forajido, no va a corregir este rumbo suicida hacia el comunismo, ni tiene talento profesional para resolver este dramático caos.
En toda su nefasta actuación quieren culpar al imperio, a la burguesía, a la derecha, a la guerra económica; pero es archiconocido que la tal guerra económica la comenzó hace muchos años el difunto Chávez con sus gritos: “Exprópiese, exprópiese” y así se destruyó más del 50% del aparato productivo y se confiscaron haciendas y fincas por más de cuatro millones de hectáreas, que hoy no producen nada.
Este régimen tuvo un inmenso caudal de recursos: más de un billón trescientos mil millones de dólares ($ 1.300.000.000.000,oo) y no existen importantes obras concluidas. Además, en un solo mes (dicho por ellos mismos) se esfumaron de Cadivi veinticinco mil millones de dólares. El saqueo más grande en la historia de la humanidad. La deuda del sector comercial con el exterior es menor a lo esfumado en un mes:
Se adeuda al sector de industriales, comerciantes, importadores, etc., $ 13.600.000.000. A la industria farmacéutica $ 4.000,000,000. A las líneas aéreas $ 2.500.000.000. La actividad económica está paralizada porque sencillamente no se honró dicha deuda al no otorgarse las divisas correspondientes y se paralizó el flujo comercial. Ahora ha caído el precio del petróleo (única entrada de dólares) y se estima que la multimillonaria cifra en dólares sin justificar asciende a más de doscientos mil millones ($ 200.000.000.000,oo) depositados en el exterior por muchos centenares de particulares y enchufados.
¿Cuál es la solución a la crisis?
Desde ya, mediante consenso nacional, la MUD, partidos políticos, gremios profesionales, universidades, estudiantes, empleados, obreros, activistas políticos, lideres, etc., acuerden 24 ó 48 horas de protesta nacional. Vamos a solicitar (constitucional y pacíficamente) la renuncia del Presidente de la República. Esto es algo natural en cualquier país democrático, cuando un gobierno pierde la mayoría. Se activa la Constitución y un gobierno de transición llama a elección presidencial. Viva Venezuela.
No se puede esperar que estalle una revuelta popular que puede llevarnos a una guerra civil (guerra ni de ángeles expresa una connotada pacifista), pues debemos evitar que se produzcan muchos muertos . ¡Dios y la Virgen nos protejan! Las FF.AA. son de los venezolanos y los militares y sus familiares también sufren las mismas calamidades y preocupación de todos. Viviremos en paz y tranquilidad.