La oposición siria se reunió este lunes con la ONU en Ginebra para conseguir garantías para la protección de los civiles, aunque todavía no ha dado su aval para empezar negociaciones indirectas con el régimen de Bashar al Asad.
El Alto Comité de Negociaciones (ACN), una coalición que reúne opositores políticos al régimen y grupos armados, empezó por la tarde su primer encuentro oficial con el emisario de la ONU, Staffan de Mistura.
Desde hace varios días, el ACN repite sus condiciones antes de empezar a negociar oficialmente: el fin de los bombardeos, el fin del asedio a las ciudades y la liberación de presos, la concesión quizás más fácil de obtener por el momento, según una fuente diplomática.
En el terreno, la situación humanitaria sigue siendo dramática. Este lunes la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) anunció que en enero murieron por falta de cuidados médicos ocho habitantes de Moadamiyat al Cham, una ciudad asediada por fuerzas leales al régimen.
Por su parte Médicos sin Fronteras dijo el sábado que desde el 1 de diciembre 46 personas han muerto de hambre en Madaya (oeste), una ciudad cerca de Damasco también asediada por las fuerzas del régimen.
La ONU quiere poner en marcha un diálogo indirecto entre los dos campos, un proceso que podría durar hasta seis meses, el plazo fijado por la ONU para crear una autoridad de transición encargada de organizar elecciones a mediados de 2017.
La ONU subrayó sin embargo el lunes que las negociaciones no deben impedir que se juzgue a los responsables de crímenes de guerra. «Ninguna amnistía debe concederse a quienes son sospechosos de crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra», indicó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Husein