«Grease», el musical de la década de 1950 que fue un éxito rotundo en los teatros y en la pantalla grande en la década de 1970, ha renacido como un híbrido de Broadway con Hollywood que se transmitirá por televisión en vivo en pleno siglo XXI.
El programa de tres horas «Grease: Live» que se transmitirá el domingo por la noche presentará de nueva cuenta el relato del encuentro romántico de los adolescentes Sandy y Danny, interpretados por Julianne Hough y el veterano del teatro Aaron Tveit, con una mezcla supercargada el teatro con estilo cinematográfico.
En lugar de usar un solo escenario, la transmisión recurrirá a varios, tanto en interiores como al aire libre, para recrear la secundaria Rydell, con todo y gimnasio y sus exteriores, así como los lugares donde acostumbraban reunirse los adolescentes, como la tienda de sodas Frosty Palace. Un pequeño ejército de camarógrafos será desplegado para capturar la acción en primer plano y en tomas amplias.
Habrá unas 20 cámaras que captarán la acción en los casi 40 sitios de la producción, que se realizará en los estudios de Warner Bros. en Burbank, California. Los actores estarán en pleno movimiento también y por momentos deberán recurrir a carritos de golf para poder llegar a tiempo entre una escena y otra durante las pausas comerciales.
Se pronosticó lluvia el domingo, pero habrá paraguas a la mano y el espectáculo continuará, dijo la empresa productora, Paramount Television.
«Grease: Live» está aprovechando la actual fascinación de la pantalla chica con los musicales, que comenzó con transmisiones en vivo de NBC como «The Sound of Music» y «The Wiz». A esta moda podría sumarse «Hairspray», también de NBC, y una posible versión de la película «Dirty Dancing» en la cadena ABC.