• ¿Será que los países miembros del Celac nos darán una manito? No hace mucho fungimos de Don Regalón y por ello nos fuñimos
• Ahora los privados(de libertad) tienen privilegios no vistos en la IV. Comunicarse con la ministra para Asuntos Carcelarios es apenas una ñinguita de ese arsenal. En alguna ocasión le oímos decir a tan alta representante, que el 80% de las cárceles del país estaban libres de armas. Ahora el 100 % de ese 20% retumba en Nueva Esparta
• En turbulencia uno suele amarrarse el cinturón y es lo que todos hacemos en esta situación económica. Y no vengan a poner la cómica, diciendo que es por culpa del realengo, porque la culpa la tienen el Chávez yesterday y el Maduro today
• La falta de insumos se suma a la ya difícil situación para combatir el llamado Zika. Antes no nos picaba ni coquito porque habíamos erradicado el paludismo
• Muy a menudo le pedimos a Dios que nos cambie “X” situación cuando dicha situación El la ha puesto ahí para que nosotros a conciencia cambiemos
• Es bueno mirar para atrás para regocijarnos de cuanto hemos avanzado pero muy triste si es para darnos cuenta de cuanto hemos retrocedido. Los huecos que dejan los vacíos de las realidades no vistas son los más difíciles de llenar
• El modus operandi del TSJ es como vamos viendo iremos suprimiendo
• Nunca es tarde para convertirse en vedette política. Que se lo pregunten a Ramos Allup. Sin excepción alguna, todos somos excepcionales
• Mintamos, y luego busquemos la manera de hacer esas mentiras verdad, lema de un gobierno fracasado. Y si nos descubren, diremos que nunca dijimos lo que dijeron que habíamos dicho
• Un día sin cola en Venezuela sería un día anormal. Y ese tipo de anormalidad, bajo este sistema, no es posible
• Antes era La Salida ahora es La Renuncia. Quizá en la mente de quien debe renunciar no hemos tocado suficiente(s) fondo(s) y aún queda mucho por raspar
• Esta semana me invitó uno de mis cuñados a almorzar en un restaurant vegetariano ubicado en la avenida Venezuela. Lo menos que usted piensa al ir a comer a un restaurant vegetariano es que se le va a fracturar una muela debido a un hueso encontrado en su ensalada. A mí se me fracturó una, no por encontrarme con un inesperado hueso sino con una piedra del tamaño de un grano de caraota dentro de unos tacos mexicanos. Boquiabierto quedé por la desagradable sorpresa, la frustración, y luego los 25 mil bolívares de la reconstrucción. Le recomiendo cautela si usted llega a comer en ese restaurant de la Venezuela. Para más señales, está ubicado entre la 14 y la 15. Esperamos no tenga que salir a la carrera como lo tuve que hacer yo. Nos vemos por ahí.