Los SMS fueron un enorme aporte de Matti Makkonen a la telefonía móvil, una pieza que ha sido imprescindible en el desarrollo del mundo de las telecomunicaciones, y siguen usándose hoy en día para diferentes funciones.
Sin embargo, la inevitable expansión de las aplicaciones de mensajería están dando caza a los SMS, dándonos la impresión de que están acabados, y de que quedarán en el olvido más pronto que tarde. Eso no es para nada cierto, siguen teniendo mucha importancia.
Este tipo de mensajes representaron una revolución en la forma de comunicarnos, siendo para muchas generaciones la forma de hablar con sus amigos y conocidos. Las abreviaciones de los SMS son ya míticas (“q” en lugar de “que”, por ejemplo) además de la limitación de los 140 caracteres.
¿Para qué se usan los SMS ahora?
Los SMS han sido los precursores de las aplicaciones de mensajería que tanto utilizamos a día de hoy, quienes nacieron para solucionar dos problemas: que cada mensaje tuviera un coste, y el límite de caracteres por cada mensaje. La presencia de las aplicaciones de mensajería, con WhatsApp como mayor exponente, ha hecho que los usuarios se desplacen hacia ellas, buscando ahorrar y dejar de estar limitados.
Aun así, los SMS siguen siendo muy utilizados: se enviaron 6.1 trillones de SMS durante 2010, una media de 193.000 SMS por segundo.
En cuanto a usos, además de enviar mensajes de texto cuando las aplicaciones de mensajería o la conexión a internet fallan, son variados: envío de códigos de verificación en dos pasos, notificaciones para avisarnos de un paquete entregado o de una llamada perdida mientras no estábamos conectados a la red de nuestra operadora… los SMS distan mucho de estar muertos, aunque los utilicemos menos.
¿Cuál es el futuro del SMS?
Que se utilicen menos no significa que tengan un futuro acabado, aunque las aplicaciones de mensajería están empeñadas en acabar con ellos.
Aun así, los SMS siguen siendo la mejor forma de llegar a los usuarios, contando con una tasa de lectura del 90% en cuestión de minutos, algo que los emails sólo sueñan con alcanzar. Cualquiera con un teléfono y un plan activo puede enviar y recibir SMS, no necesitamos Internet para recibirlos y se pueden montar todo tipo de servicios utilizando los SMS como plataforma.