Las personas aguantan hambre y calor en las afueras de un centro comercial mientras esperan su turno de comprar productos a precio regulado, aún cuando uno de los trabajadores del establecimiento comercial informaron a los ciudadanos que no vendería a precio justo.
Es increíble la cantidad ciudadanos que se encontraban al mediodía en las afueras del local, con la esperanza de llevar algo de comer a sus casas. Muchos llevaron a sus hijos cargados de brazos, otros en coche, y los pobres niños pasando trabajo.
Entiendo que no todas las madres tendrán el apoyo de algún familiar con quien dejar al bebé, pero si no hay nadie, yo creo que lo más lógico es no ponerlo a pasar calor, sed y hambre.
La foto la publicó @Marypintogomez, en su cuenta de Twitter.