Raúl Rivero se llevó el premio “Carrao Bracho” al pitcher del año de la temporada 2015-2016 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
El serpentinero derecho tuvo una temporada de ensueño en la que logró actuaciones soberbias y se estableció como el as de la rotación de Cardenales de Lara.
Rivero obtuvo la distinción al sumar 207 puntos con 32 votos al primer lugar, 15 al segundo y 2 al tercer puesto.
El cumanés superó al cerrador de Navegantes del Magallanes, Hassán Pena, quien terminó con 161 puntos, mientras Alexis Candelario (Tiburones de La Guaira) quedó tercero con 36 unidades.
Rivero fue consistente durante toda la temporada regular. El derecho fue líder en victorias con 7, en ponches (54), innings lanzados con 80 entradas completas y whip (1.13).
Desde la temporada 2003-2004 ningún pitcher de Cardenales había tirado 80 o más entradas. En esa oportunidad lo hizo Edwin Hurtado.
Además fue segundo en efectividad con 2.03. En sus 13 aperturas logró lanzar cinco o más entradas y en 10 de ellas alcanzó el sexto episodio. En nueve de sus salidas sólo permitió una o menos carreras limpias.
Con su actuación Rivero se ubicó en la sexta casilla entre los más ganadores en la historia de los pájaros rojos con 22 victorias de por vida.
El nativo del estado Sucre se convierte en el octavo lanzador de Cardenales que gana la distinción como Pitcher del Año. Anteriormente lo habían logrado Oswald Peraza (87-88), Antonio Castillo (92-93), Beiker Graterol (97-98), Mike Romano (98-99), Edwin Hurtado (2000-2001/2003-2004).
“Es un premio que todo lanzador desea y trabajé todo el año para eso”, declaró Rivero al departamento de prensa de Cardenales de Lara.
“En lo personal lo hice para que mis padres se sintieran orgullosos. En lo deportivo, uno trabaja para que el equipo logre buenos resultados”.
“Me enfoqué en dar lo mejor cada día, en cada salida y cada pitcheo”, agregó el tirador de 29 años de edad.
A juicio de Rivero, la clave de su buen desempeño estuvo en ser un lanzador más agresivo.
“Traté de ser mucho más agresivo y tener confianza a la hora de lanzar”.
Para el cumanés también fue importante la confianza brindada por el mánager Luis Dorante a lo largo de la temporada regular.
“Cada oportunidad que da el béisbol hay que aprovecharla”, dijo el oriental
Rivero también dio crédito a los receptores Gabriel Lino y Anderson De La Rosa, quienes fueron los encargados de recibir sus envíos a los largo de la zafra.
“Estoy agradecido con ellos por el gran trabajo que realizaron. De hecho, gran parte de mi labor es gracias a su buen desempeño detrás del plato”.
“Tener a dos buenos receptores, que saben llamar bien los pitcheos, te da mucha confianza a la hora de lanzar”.
Tras el gran año en el circuito rentado nacional, Rivero ha recibido ofertas, no solo de Italia, sino de Estados Unidos.
“He recibido ofertas, pero todavía no he decidido cuál es el camino que voy a tomar”.
“Ya me encuentro en una etapa de mi carrera en la que debo tener algo seguro y en Italia ya me han ofrecido contrato por tres años. Eso es algo que debo tomar en cuenta a la hora de decidir.
Mi familia y yo dependemos de este trabajo y son decisiones que debo pensar muy bien”, dijo Rivero, quien reconoció el interés de varios equipos en Estados Unidos.
Finalmente, el Pitcher del Año de la campaña 2015-2016 aseguró que pretende celebrar el premio en casa con tranquilidad y en familia.
“Estoy muy agradecido con Dios por este premio. También tengo que dar gracias a la fanaticada por el apoyo y pedir disculpas en nombre de todos mis compañeros porque no pudimos pasar a la siguiente ronda, pero dimos el todo por el todo”.
Para Rivero es la mejor temporada de su carrera. El criollo tiene experiencia de nueve campañas, todas con el uniforme de Cardenales de Lara.
En la LVBP presenta efectividad de 3.60 con registro de 22 triunfos y 17 derrotas en 103 juegos lanzados, 64 de ellos como abridor.
