El presidente Mauricio Macri negó el martes que tuviera responsabilidad en el despido del periodista y relator de fútbol Víctor Hugo Morales de la radio para la cual trabajaba desde hacía 30 años y calificó de «totalmente falsas» las afirmaciones del uruguayo sobre la falta de libertad de expresión en Argentina.
«Este gobierno tiene una enorme tarea para llevar a cabo en los compromisos que hemos asumido, con lo cual no estamos dedicados a ver qué periodista trabaja y en qué programa de radio o televisión», dijo Macri en rueda de prensa.
En la víspera, Morales fue despedido de radio Continental, controlada por la empresa española Grupo Prisa, después de 30 años de labor en ese medio. La empresa adujo en un comunicado que daba por concluido el vínculo laboral «debido a reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones».
Morales, quien en los últimos años asumió una férrea defensa del gobierno de Cristina Fernández, denunció que su salida del aire obedeció a una decisión política para silenciar a los periodistas con posturas críticas contra el actual presidente Macri.
«Esto es disciplinar, esto es alinear. Esto es decirle a los periodistas lo que va a pasar en los próximos años si el comportamiento es el que es», declaró Morales a su audiencia de radio Continental el lunes antes de ser obligado por sus autoridades a retirarse.
Consultado sobre los dichos del periodista, Macri aseveró que «lamento las cosas que ha dicho Víctor Hugo porque son totalmente falsas. Nosotros no vamos a opinar respecto a qué periodista debe trabajar en ningún tipo medio».
Agregó que los dichos del periodista lo afectan en lo personal porque «he tenido una larguísima relación con Víctor Hugo, como presidente de Boca (Juniors) conviví durante muchos años con él. Tuvimos distintas posiciones, pero siempre con enorme respeto».
Ahora en la oposición, el kirchnerismo y organizaciones sociales denunciaron que el despido de Morales forma parte de la política comunicacional de Macri tendiente a censurar las voces disidentes y favorecer al Grupo Clarín, el conglomerado de medios más poderoso del país, que estuvo enfrentado con la anterior gestión de Fernández. En ese plan, incluyeron la no continuidad del emblemático programa 678, de línea editorial kirchnerista, en el canal público, los cambios que impulsó el gobierno en una ley de medios sancionada en 2009 y el desplazamiento vía decreto de los funcionarios responsables de los organismos de aplicación de esa norma.
Los opositores convocaron para este martes a una movilización frente al palacio gubernamental bajo la consigna «no a la censura, no a la persecución ideológica».
«Insisto, hoy y para siempre, nosotros no vamos a opinar acerca de qué periodista tiene que trabajar en ningún tipo de medio, ni yo en lo personal me voy a meter siquiera con opinar qué periodista tiene que trabajar en los medios públicos nacionales… Creo que tiene que ver con mi compromiso con la libertad de expresión», enfatizó Macri consultado sobre las críticas opositoras.