La reunión que tuvieron en octubre el actor estadounidense Sean Penn y el poderoso capo Joaquín «El Chapo» Guzmán en la selva mexicana ayudó a las autoridades a recapturarlo el viernes, dijo el sábado una fuente del gobierno federal.
La revista de rock Rolling Stone público este sábado detalles de esa entrevista, incluida una fotografía tomada el 2 de octubre que muestra a Penn vistiendo una playera negra y saludando de mano al bigotudo líder del cartel de Sinaloa, de camisa azul.
Penn escribió que el capo, de 58 años, le dio un gran abrazo cuando se conocieron en algún sitio selvático, y que obtuvo siete horas de entrevistas presenciales y telefónicas sobre sus actividades delictivas.
«Yo suministro más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana que cualquiera en el mundo», dijo entre tragos de tequila a Penn en una sorprendente admisión sobre el tamaño de su negocio ilegal.
«Tengo una flota de submarinos, aviones, camionetas y barcos», declaró a Penn gracias a la gestión de la actriz mexicana Kate del Castillo.
Un funcionario del gobierno federal dijo a la AFP que las «autoridades mexicanas tenían conocimiento de esta reunión», que ayudó a la recaptura del narcotraficante más buscado del mundo en su natal Sinaloa, estado situado en el noreste de México con costas en el Pacífico.
La fiscal mexicana Arely Gómez dijo el viernes que las autoridades localizaron al capo en parte por su intención de hacer una película biográfica, por la que llegó a reunirse con actrices y productores.
Rolling Stone también publicó un video que muestra a Guzmán sin bigote, contando que trafica drogas desde antes de los 15 años porque en su pueblo natal, La Tuna, «no había oportunidades de trabajo».
«Desgraciadamente, donde yo me crié no había otra manera de sobrevivir», argumentó.
Cuestionado sobre si se siente responsable de los altos índices de adicciones en el mundo, respondió: «Todo eso es falso. El día que yo no exista, no va a mermar el tráfico de drogas».
Extradición a EEUU
La entrevista de Rolling Stone se difundió horas después de que la fiscalía anunció que busca que «El Chapo» sea extraditado a Estados Unidos, un giro de la posición del presidente Enrique Peña Nieto, quien se oponía a enviarlo a cárceles de ese país antes de que se fugará del penal de máxima seguridad El Altiplano, situado a 90 km de la capital mexicana.
La fiscalía mexicana informó este sábado que recibió dos solicitudes de extradición el año pasado por acusaciones de varios delitos graves, incluido narcotráfico y asesinato, por lo que obtuvo órdenes de detención con fines de extradición.
«Con la recaptura de Guzmán Loera se deberá dar inicio a los respectivos procedimientos de extradición», indicó la fiscalía en un comunicado en el que no se mencionó una fecha para el arranque de ese proceso que contempla el derecho de «El Chapo» para apelar.
Uno de los abogados de Guzmán, Juan Pablo Badillo, se comprometió a llevar el caso ante la Suprema Corte de Justicia de ser necesario.
«No debe ser extraditado porque en México hay una constitución justa», reclamó el abogado afuera de El Altiplano, al que fue reenviado el capo.
De ese penal escapó la noche del 11 de julio por un túnel con entrada en la regadera de su celda, cavado durante meses, y con una extensión de más de 1,5 km que recorrió en minutos a bordo de una motocicleta adaptada para rieles.
Esa cárcel «sufrió modificaciones que la hacen más segura», aseguró a la AFP una fuente del gobierno federal.
El piso de las celdas se reforzó con varillas de acero que se cruzan cada 10 centímetros.