El primer lunes del año los barquisimetanos salieron a hacer sus colas para poder medio cubrir sus necesidades diarias de alimentos y productos de higiene personal, pero se encontraron con algunos establecimientos que no habían sido surtidos y otros con muy pocos artículos.
En Garzón muchas de las personas llegaron antes de las 6:00 de la mañana y después de esperar que abrieran se percataron que lo único que estaba a la venta eran toallas sanitarias y pañales, vendidos únicamente a personas jóvenes. Los adultos mayores no tenían permitido adquirir el producto.
“¿Cómo es posible que yo haya llegado de madrugada y sean las 9:00 de la mañana y aún no haya pasado? La excusas es que las toallas sólo son para mujeres jóvenes, yo también tengo nietas”, dijo Gisela Castillo, molesta de tanto esperar.
Así como ella estaba Lucía Cortez, quien salió de su casa ubicada en el sector El Coreano a las 4:30 de la madrugada para poder estar entre las primeras y comprar harina pan o caraotas que tiene tiempo que no consigue. Aunque no era lo que estaban vendiendo, decidió quedarse con la esperanza de que sacaran en el transcurso de la mañana cualquier otro producto que le sirviera para la comida de la semana.
A Blanca Rodríguez le molestaba que precisamente a los adultos mayores los retuvieran más horas en la cola sólo porque la venta era de pañales.
Manifestó que ahora se ven menos productos en comparación con los últimos meses del año. Espera que se trate sólo porque las empresas no han abastecido por la semana del 31 de diciembre.
La mayoría de los usuarios buscaban pasta, granos, papel higiénico, harina y jabón. Afirmaron que cada vez es más difícil ingeniárselas para cubrir las necesidades del hogar, especialmente la de comida.
Ana Teresa Araujo dijo que ella en las vacaciones por Navidad aprovechó para buscar los artículos regulados, pero es más el tiempo que duró en la cola que lo que alcanzó obtener para su hogar.