Para recordar: “Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir…” (Mateo 24:48)
En muchas partes del mundo, el día 25 de diciembre, se celebra el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Aunque para algunos, y lo compartimos, Jesús nació en otra época, menos en diciembre; pudiera haber sido en marzo, o abril. Lo anterior, obedece al ciclo de la estación invernal y hubiese sido difícil sobrevivir para el niño, y menos en un pesebre.
Este 25 de diciembre, recorrimos parte de Barquisimeto, y vimos con tristeza o asombro que los niños no estaban jugando o disfrutando sus juguetes, y nos hizo preguntarnos ¿Vino el niño Jesús? ¿Estuvieron muy caros los juguetes? ¿Los padres regalaron pura tecnología (equipos electrónicos, ipad, teléfonos, tablet (que por cierto, nos han comentado que el gobierno regaló tablet y ¿ahora algunos beneficiados las venden?).
Según la Wikipedia, “el Niño Jesús” es el nombre con el que se reconoce la devoción de los fieles católicos a la infancia de Jesucristo… Los pequeños hacen su carta, al Niño, solicitando juguetes y otros favores o peticiones”.
Como advertimos, todavía en nuestro país se mantiene esta tradición, pero esté año no sentimos que hubo tal entusiasmo, cuyas razones pudieran estar involucrados: Los asuntos que se vive a nivel social; económicos; inseguridad (hecho que sustenta no dejar a nuestros niños salir con sus bicicletas, “carritos” (peor, si son a control remoto). Estos y otras situaciones fue lo que dio pie a nuestro artículo.
Ya en su ministerio, Jesús habló con diferentes parábolas para anunciar su Segundo advenimiento. Y cuando se refirió al “siervo malo” que dijo en su corazón: “Mi Señor tarda en venir”. Preguntamos, con otro ángulo ¿Vino el niño Jesús, por primera vez? ¿Por qué algunos dudan que Cristo venga por segunda vez?
Esta parábola presenta varios cuadros: La maldad, como dijimos la situación político-social, los vicios desenfrenados, y pensar que, a casi todas las drogas (entre otras la marihuana, antes llamada la “Yerba maldita”, le están consiguiendo un lado peligroso, enunciándola como “medicinal”. Mencionamos las drogas, porque el alcohol es una droga, y el siervo de la parábola libaba alcohol, algo muy consumido en el mundo.
La señora Elena G. de White, en su libro Consejos para la Iglesia, tituló: “El peligro de pensar que se demora la venida de Cristo”. Allí dice, que este siervo profesa que está aguardando a Cristo… mientras que en su corazón ha cedido a Satanás” (p.625).
Este siervo, agrega la autora, piensa y demuestra que el Señor se tarda… “acepta las máximas del mundo y se conforma a sus costumbres y prácticas. En él predominan el egoísmo, el orgullo mundanal y las ambiciones. Temiendo que sus hermanos ocupen un puesto más elevado que él mismo, empieza a hablar despectivamente de sus esfuerzos y a impugnar sus motivos. Así hiere a sus consiervos. A medida que se aparta del pueblo de Dios, se une más y más con los impíos. Se lo encuentra comiendo y bebiendo “con los borrachos” (vers. 49), uniéndose con los mundanos y participando de su espíritu”.
Aunque nadie sabe el día o la hora de la Venida de Cristo (Mateo 24:39), se nos invita a velar y esperar con entusiasmo (Mateo 24:3, 33; Apocalipsis 3:3) para que nunca digamos: ¿Vino el Niño Jesús? o “Mi Señor tarda en venir”.
Eduardo Iván González González
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