En estos tiempos de crisis económicas, han surgido varias empresas pequeñas y negocios que, por la necesidad de buscar ganar más dinero, los dueños de estos proyectos necesitan contar con un personal que esté siempre atento en la oficina.
Puede haber trabajadores excelentes, a los que las personas siempre deseen ser atendidos por alguien en específico, por el trato especial que ese empleado le da al cliente.
Sin embargo, los jefes no siempre corresponden al trabajador de manera educada y les imponen las cosas, aprovechándose de su jerarquía y pasando por encima del respeto ciudadano que todos merecen, sin importar el cargo que se ocupa, todos somos humanos.
Sería de gran importancia para el negocio y los empleados, que aquellos “jefes” que no tratan de manera acorde, gentil, decente y humana, que se analicen a sí mismos para conocer los errores que están cometiendo y preocuparse en saber si su personal está contento con la labor que ejerce.
Ser jefe no es solo mandar, cambiemos para bien y logremos entre todos un mejor país, una mejor Venezuela. El Cambio está en nosotros.