En horas de la mañana de ayer funcionarios de la policía del estado tuvieron el reporte de un fallecido y el de una vivienda quemada en el sector Manuelita Sáez, de la comunidad de Valles de Uribana, al norte de la ciudad.
En un principio creyeron que eran cosas distintas, pero al ir a verificar a la zona se dieron cuenta que era lo mismo: dentro de la vivienda estaba el cadáver de un joven calcinado, pero no fue algo accidental, primero le dispararon y posteriormente le metieron candela a la pieza donde se encontraba.
La víctima fatal era un adolescente de 16 años, conocido como “El Anthony”. El joven estaba residenciado en la calle 14 entre carreras 4 y 5 de Valles de Uribana, tenía dos semanas en ese lugar cuidando la bienhechuría, que está ubicada al final de la calle, contó un allegado.
En las afueras de la morada estaba su madre, a un lado con un niño y una jovencita. La niña tenía el rostro llenó de carbón. Ella no dejaba de llorar y de abrazar a los pequeños; junto a ella un hombre, quien no quiso dar datos algunos de lo sucedido, se cree que era su padre, porque era quien más consolaba a la madre de “El Anthony” al mismo tiempo que también mostraba su dolor.
Sobre el hecho ni a los funcionarios le quisieron contar los seres queridos. Se conoció que fueron ellos quienes apagaron las llamas que salían de la morada.
Sobre la cama
La bienhechuría contaba con una sola pieza, solamente tenía una cama matrimonial en donde asesinaron al adolescente. Se estima que el crimen fue cometido en horas de la madrugada y lo sorprendieron mientras dormía.
El cuerpo del joven quedó un poco inclinado y se le apreciaba una herida en la cabeza, se presume que le dispararon y sus asesinos aún cuando estaba herido prendieron candela a la cama, la cual se consumió por completo.
Una residente de la zona que no quiso identificarse por temor a represalias comentó que “El Anthony”, era azote del barrio y se la pasaba con un grupo de jóvenes que tienen las mismas andanzas, así mismo comentó que “quien anda en malos pasos no termina bien”.
Por este crimen los funcionarios del cuerpo detectivesco manejan el homicidio como una venganza.