Este 25 de diciembre la mayoría de las calles y plazas de Barquisimeto se mostraron solas, únicamente el parque del Este que abrió sus puertas desde bien temprano se observó la asistencia de niños acompañados de sus padres, así como adolescentes que decidieron disfrutar el día con una buena caminata al aíre libre.
María Elena García era la primera vez que iba un 25 de diciembre, en esta oportunidad decidió hacerlo para que su hijo de 4 años se distrajera junto a sus primitos corriendo y jugando con el monopatín que le trajo el niño Jesús.
“Prefiero venir para acá que dejarlo andar en la calle aunque yo esté presente. Creo que se corre más riesgo y hay que buscar buenos espacios”.
A las 9:00 de la mañana eran muy pocos los niños que se veían jugando, pero pasadas las 11:00 las familias iban llegando con niños cargando sus juguetes, alimentos o algunas golosinas, buscando el mejor árbol para ubicarse.
Lisamar Sojo decidió llevar a su hija de 3 años para que montara la bicicleta que le llegó de Navidad, sin embargo a la pequeña por momentos le emocionaba más estar en los columpios como al resto de los niños.
A Lisamar le sorprendió ver tantas personas ayer disfrutando de espacios tan emblemáticos en la ciudad. Considera que se le debe dar mayor cuidado.
Aunque el numero de familia podía superar las 15 al mediodía, para el vendedor de cepillados que afirmó tener muchos años acudiendo al Parque del Este cada 25 diciembre, eran muy pocas las personas que decidieron salir a disfrutar si se comparaban con años anteriores.
En el caso de Roselín Pastrán si se trata de una tradición el acudir cada 25 junto a su esposo y dos hijos, quienes ayer aprovecharon para jugar con el tren que les llegó de Navidad. Para ella a los hijos hay que darle momentos de compartir en familia.
“En años anteriores el día después de la llegada del niño Jesús nos reuníamos en familia para seguir disfrutando, pero en esta oportunidad la Navidad estuvo muy apagada y decidimos traerlos por distracción, pienso que hoy el día de ellos”, dijo Eukari Sánchez, madre de dos niños, quien agregó que la adquisición de juguetes estuvo muy difícil por los altos costos.
Para Rosa María Serrano hay que aprovechar ese tipo de lugares donde los niños puedan disfrutar de la infancia tradicional; en parques, juegos entre niños, jugando pelota.
Lamenta que hoy en día se vean muy pocos niños recorriendo las aceras con sus bicicletas o juguetes traído por el niño Jesús, como era antes. Ella es madre de un varón de 6 años y aunque el regalo fue una tablet, de igual manera decidió salir.