Indignados se encuentran los trabajadores de nefrología del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, luego del colapso de la tubería de aguas negras que se presentó en el servicio durante el fin de semana, situación que según el director del hospital, Francisco Rojas, “fue resuelta”.
La fuente que no quiso ser identificada, aseguró que en el área destinada para diálisis y colocación de catéteres no se está realizando la última, “si ya resolvieron y no hay problemas de contaminación, ¿entonces por qué no ponen aquí los catéteres’?”.
Afirman que el área, la cual de por sí no cuenta con las condiciones sanitarias adecuadas, fue limpiada simplemente con cloro, asegurando que eso no es suficiente para que el ambiente se desinfecte. “Deben desalojar todo el lugar y usar los químicos que de verdad logran que se esterilice”, expresaron.
La situación más allá de lo desagradable acarrea diversas consecuencias, entre ellas el hecho de que 20 cajas de material resultaron contaminadas y por lo tanto debió desecharse. Asimismo los pacientes temen contraer alguna bacteria por la contaminación que hay en el lugar. “Si a ellos (directivos) les tocara dializarse aquí no lo harían porque saben a lo que están expuestos”, señalaron.
Para quienes laboran en el hospital, los problemas no se resuelven con pinturas y baldosas nuevas, por lo que exhortan a los entes competentes a avocarse a resolver de verdad por el bien de toda la región.