Los centros comerciales continúan siendo el lugar más seguro e incluso más cómodo para realizar compras de artículos de uso personal y de distinta índole; pasar un tiempo diferente y compartir en familia cualquier día del año.
Por estas razones es en los centros comerciales donde más desean por estas fechas comprar las personas. No obstante, al contrario de esto llama la atención que los pasillos de los centros comerciales no lucen para nada colmados de personas como en época decembrina de años anteriores. Algunos van a presenciar presentaciones públicas y también a despejar la mente, así como mirar productos que están alejados de sus posibilidades obtenerlos.
En esta oportunidad las compras típicas de la época decembrina e infaltables para los venezolanos durante la navidad son objeto de una evaluación a fin de priorizar lo más elemental, ante los elevados precios que supone la inflación en lo relacionado a adornos, ropa y calzado, juguetería, enseres en general, electrodomésticos…
María Santeliz caminaba por un reconocido centro comercial al este de la ciudad. Buscaba unos zapatos y aclaró que no los necesitaba para estrenar en Navidad sino para el diario uso. Luego de hacer una revisión de precios en varias zapaterías pensó que no están nada accesibles, sin embargo insistía en completar el recorrido con la esperanza de verlos más económicos en algún local comercial.
Carmen Ramos, se dirigió al centro comercial sólo a sacar dinero del cajero, pues asegura conocer los precios que hay en distintos artículos y está convencida de no poderlos comprar. “Solo vengo cuando veo algo que esté regulado en cuanto a comida porque es la verdadera prioridad en este momento con tanta carestía. Sinceramente voy a usar todo lo que tenía de Navidad de años anteriores. Además en mi casa hay dos personas con discapacidad y no me puedo dar el lujo de comprar caro”.
Leyda Salcedo se acercó al centro comercial a presenciar un show musical. Buscaba zapatos también para comprar sólo en caso de conseguirlos a buen precio. “No hice compras este año de nada. Saqué lo que tenía del año pasado porque no alcanza el dinero”, precisó.
En similar proceso estaba Joybeth Ruiz, en busca de unos zapatos los cuales no había encontrado aún a su gusto. “Siempre en diciembre el doy prioridad a la ropa de mis hijos. Aquí es demasiado costoso no creo que los pueda comprar en centro comercial. Aún no he comprado los regalos para ellos porque ando comparando precios”.
Layla Santeliz es médico y cuenta que en reunión con algunos colegas convenían en las mismas inquietudes de no poder adquirir lo normal en estas fechas.
“Busco el regalo para mi hijo y cuento con Bs. 25.000. Es lo máximo que puedo pagar pero lo que él quiere cuesta mucho más y estamos hablando con él para ver si acepta el menos costoso y similar. En general no he comprado nada fuera de la comida, lo cual sí es algo que no puede faltar”.
