La séptima edición del Festival Internacional de Jazz de Barquisimeto continúa conquistando a la audiencia crepuscular en distintos escenarios.
La velada de la cita colmó los espacios del Lobby Bar del naciente Biotel Suites, el cual se suma a las locaciones del multitudinario evento.
Para esta ocasión emergieron las virtudes de la música venezolana en el concierto de William Hernández con su ensamble A 8 Cuerdas.
Ante un nutrido público, A 8 Cuerdas destiló sus ejecuciones. Pasadas las 8:00 de la noche inició el festín que se extendió por más de una hora y media.
Como es tradición, Zuly Perdomo, presidenta de la Fundación Festival Internacional de Jazz de Barquisimeto, ofreció las palabras de bienvenida a los melómanos que colmaron el recinto. Perdomo resaltó que la presentación es toda una primicia en el referido lugar. Asimismo, destacó que el laureado guitarrista y maestro Aquiles Báez se hacia presente en el evento.
El cuarteto, natural de Barquisimeto, manifestó con orgullo que por primera vez se convirtieron en artistas invitados en la fiesta sonora.
William Hernández aprovechó la oportunidad para agradecer a Fundación por su aporte pedagógico, ello gracias a su logro en el Programa de Becas de la pasada entrega, cuando tuvo la oportunidad de sumarse a la experiencia en la Oficina de Música de Curitiba, en Brasil.
Entre vítores y aplausos, la agrupación larense dio vida a once temas inéditos, en su mayoría de la autoría del joven Hernández.
Oncena aclamada
Influenciados por sus gustos rítmicos, los músicos incorporaron variaciones de otros géneros, especialmente el estilo universal que inspira el Festival Internacional de Jazz.
Piezas nuevas y originales de Hernández protagonizaron el espectáculo. Develando parte de su próxima producción discográfica, en la que hilvana su talento con A 8 Cuerdas, él se paseó por diversas propuestas.
Caracterizados por evocar melodías venezolanas, la fila de ejecutantes resultó versátil con sus magistrales fusiones de jazz.
El deleite entre notas comenzó con el virtuosismo de Hernández, en la mandolina y Carmelo Rojas, en el contrabajo. Velada en tu mirada, una balada inédita, fue el primer tema en cautivar a los asistentes.
Seguidamente se integraron al concierto David Giménez, en el cuatro y Nelsón Omaña, en las maracas. Así, A 8 Cuerdas prosiguió con el bolero Nostalgia en el ocaso. Matices de esta tierra se apropiaban del escenario y los presentes. De esta forma, el cuarteto ejecutó la gaita de tambora, también del mandolinista, Al pelo. Tras un emotivo episodio de aplausos, los ejecutantes interpretaron el bossa nova La amalgama de Manuel, creado por el artista larense Jean Carlos Valderrama.
Al concierto instrumental se sumó la voz de la prodigiosa María Pastora Colmenárez, quien cantó el emblemático tema Barquisimeto, de Rafael Miguel Díaz López.
Posteriormente, los ejecutantes dieron cabida al jazz con el estándar Mambo influenciado, de Chucho Valdez. Un merengue original de A 8 Cuerdas extendió la cita, que continuaba con Vaya pues, de Eduard Ramírez. Otra vocalista subió al escenario para interpretar el swing Beautiful Love y más adelante el talentoso pianista José Elías Chacón revivió a la perfección Caribe, de Michel Camilo.
Finalmente, el ensamble guaro interpretó un Pajarillo con matices del jazz.
Fotos: Edickson Durán
