En el horizonte nacional se asoma la profundización de la crisis económica, que debe ser enfrentada con coraje de forma urgente. Nuestro pueblo la está pasando mal y el gobierno actúa como un autista, sigue empeñado en elevar el volumen a la pugnacidad política en lugar de acusar recibo y dar las imprescindibles señales de rectificación.
Así lo señaló el presidente de Copei, Roberto Enríquez, quien añadió que el voto para la oposición fue el desahogo de la población, que está cansada de hacer colas y del alto costo de la vida.
«Nicolás Maduro aceptó los resultados del 6 de diciembre, pero no termina de asimilar la derrota. No quiere, no puede o no sabe leer el contundente mensaje que mandó la mayoría del pueblo venezolano al darle mayoría calificada a la Unidad en la Asamblea Nacional», aseveró.
El dirigente copeyano indicó, además, que la oposición tiene una gran responsabilidad al tener mayoría en la Asamblea Nacional, pero que el compromiso del gobierno de Nicolás Maduro es mayor.
«Es Maduro quien debe cambiar el modelo económico para derrotar la inflación y el desabastecimiento. Por lo pronto, no hemos visto ninguna señal en esa dirección. La Asamblea Nacional tiene unas competencias constitucionales que no se le pueden arrebatar, pero Maduro sigue siendo el presidente y debe escuchar el clamor del pueblo», destacó.
También indicó que es preciso dejar a un lado la confrontación. «Quienes apuestan al choque de trenes entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo son unos irresponsables. No se dan cuenta que ambos trenes pueden terminar destartalados y el pueblo les pasará por encima”, advirtió.
Por último, mencionó que hay tiempo para atender ciertos cambios necesarios para democratizar la arquitectura constitucional de Venezuela, como la eliminación de la reelección indefinida y la duración de los periodos presidenciales, entre otros aspectos.
“Para lo que no hay tiempo es para resolver los agudos problemas económicos que golpean al país. Es hora de la política responsable, no de la estupidez criminal. Los trenes de los poderes públicos deben enrumbarse hacia la solución de las angustias populares”, concluyó.