El maestro alemán Kurt Masur murió este sábado a los 88 años. Recordado como uno de los directores de orquesta más famosos del mundo y con una de las gestiones más largas al frente de Filarmónica de Nueva York, había anunciado en 2012 que padecía la enfermedad de Parkinson.
Masur fue aclamado al dominar el momento después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, dirigiendo con maestría a la Filarmónica en el “Un réquiem alemán”, de Brahms, durante el funeral de las víctimas, que fue televisado a nivel nacional.
El director también recibió loas por su gran sentido del momento histórico en 1989, inmediatamente antes de la caída del Muro de Berlín. Entonces conductor de la Orquesta Gewandhaus de Leipzig y leal a la Alemania oriental, Masur encabezó un concierto transmitido por la radio en octubre de ese año llamando a los manifestantes a la calma.
Las tropas no abrieron fuego y Masur pudo continuar la presentación, ayudando a mantener la calma y un tono no violento en la reunificación de Alemania.