Cardenales de Lara nació un 5 de noviembre de 1942, cuando Amábilis Mendoza y Medardo Oviedo se juntaron para conformar la novena que hoy forma parte de la idiosincrasia de los larenses.
El equipo es fundado en Carora, pero los altos costos para mantenerlo obligaron a sus creadores a venderlo dos años más tarde. Aparece en escena Antonio Herrera Gutiérrez, reputado empresario de la zona que adquiere el equipo en 1944.
Don Antonio nunca escatimó en gastos para que el equipo creciera y se convirtiera en lo que es actualmente. Un año después de adquirir el equipo, Cardenales ganó su primer título en la pelota tradicional caroreña.
Herrera Gutiérrez estuvo al frente de la organización por 25 años. En ese lapso el equipo hizo desastres en la Liga Occidental, al contar con nóminas blindadas y muy superiores para el nivel que presentaba el torneo.
Fue en 1965 cuando el equipo ingresó a la Liga Central y en la actual temporada se cumplen cincuenta años desde el estreno en el circuito rentado nacional.
En el trayecto, cuatro títulos y 13 finales disputadas, peloteros criollos que hicieron historia e importados de mucha categoría. Esa combinación ha cargado de innumerables satisfacciones al aficionado larense y también, claro, de una buena cantidad de frustraciones.
La espera para el primer cetro fue larga. 25 años pasaron para que Cardenales lograse celebrar en la LVBP y en la zafra 1990-91 se materializó el primer título de la mano de Domingo Carrasquel.
Omar Malavé fue el encargado de conseguir dos de las coronas que adornan las alforjas de la organización. El estratega coronó el dominio que había ejercido el equipo en la década de los noventa con los campeonatos ganados en las zafras 1997-98 y 1998-99.
El cuarto y último trofeo alcanzado por la franquicia llegó en la 2000-2001 de la mano de Nick Leyva, primer mánager foráneo en llevar a Cardenales al título. Desde entonces, la sequía se ha prolongado, con par de finales disputadas frente a Tigres de Aragua (2007-2008) y Navegantes del Magallanes (2012-2013) sin lograr el objetivo.
La historia de Cardenales tiene muchos protagonistas, pero sin lugar a dudas el nombre de Robert Pérez quedará grabado en la memoria de todos los seguidores del equipo. El hombre récord de la pelota rentada nacional estuvo involucrado en los cuatro títulos y tiene en su poder una cantidad importante de registros ofensivos, que difícilmente serán superados en el futuro.
El nido
El estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto es la casa de los pájaros rojos. El coso de la avenida Corpahuaico alberga el grueso de los compromisos de Cardenales cuando el equipo funge de local y ha sido testigo de incontables anécdotas que involucran a los protagonistas.
El parque de pelota fue inaugurado en 1968. Para ese entonces era conocido como Estadio Barquisimeto, pero desde 1991 se cambió el nombre a Antonio Herrera Gutiérrez.
El primer juego de la novena crepuscular en ese diamante en la Liga Profesional se cumplió el 26 de noviembre de 1968 frente a Llaneros de Portuguesa.
Con una capacidad estimada de 20 mil personas, el estadio ha experimentado importantes mejorías en los últimos años para la comodidad de los asistentes. La tarea pendiente sigue siendo los espacios de estacionamiento.
