Carlos Rivero y Paulo Orlando sacudieron jonrones como puntales de un ataque que disparó trece hits, y los Cardenales de Lara derrotaron por paliza 12-1 a los Caribes de Anzoátegui para devolverles el golpe del día previo y cerrar con buen balance -dos triunfos y un revés- la serie de tres compromisos disputada en el estadio Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz.
La victoria, clave en las aspiraciones de avanzar a la postemporada, le permitió a la novena crepuscular colocar su registro en 10 y 11, todavía debajo de .500, y saltar a la cuarta casilla de la clasificación, por delante del conjunto anzoatiguense (12-13), con el que libra lucha por un cupo a los play offs.
Los batazos a las gradas de Rivero y Orlando permitieron tomar una ventaja tempranera que fue definitiva, pero no menos importante resultó la labor del monticulista Osmer Morales, llamado al rescate del abridor Edwin Escobar en el segundo episodio y quien terminó con un gran relevo de cuatro entradas en blanco.
Lara toma así un envión anímico para encarar otros dos desafíos claves en Caracas, hoy ante los Tiburones y mañana ante los Leones.
Vuelo tempranero
Lara se fue adelante en el mismo primer episodio al fabricar tres anotaciones ante Manny Correa.
Con Querecuto en tercera y Vargas en primera, Ravelo elevó profundo a la derecha para fletar en pisa y corre al campocorto cardenal, mientras que luego apareció Rivero con una línea que voló la cerca por la izquierda y produjo dos.
En el segundo episodio, la tropa de Dorante amplió la diferencia a 4-0, después de un boleto negociado por Lino y triple de Silva.
Después de esto vino la única rayita de Anzoátegui en el encuentro, producto de un jonrón de Denis Phipps ante Escobar, quien momentos luego fue sustituido por Morales.
Castigo incesante
La novena crepuscular fue dominada en el tercero, pero una entrada más tarde movió de nuevo la pizarra, en ese caso con un bambinazo de Orlando que puso las cosas 5-1. Y en el quinto fabricó otras dos para poco a poco meter el juego en el congelador. Allí fue Orlando, de nuevo, el bateador importante, con un tubey que encontró las bases llenas e hizo anotar a Querecuto y Vargas, luego de dos outs.
El remate de Cardenales ocurrió en el octavo capítulo con un racimo de cinco anotaciones, producidas por Querecuto (dos) con biangular, Pérez (dos) con otro tubey y Lino con sencillo.
