“Que el amor, la paz y la gloria del Niño Dios reine en nuestros hogares en estas fiestas y llene de bendiciones el Año Nuevo. Recibimos a Jesús con el compromiso de poner todo lo que podamos de nuestra parte para superar juntos los distintos obstáculos que se presenta en nuestras vidas…”
Pbro. Jackson Rodríguez.
Estamos viviendo momentos para actuar con especial reflexión y mesura.
El domingo próximo será determinante en el destino de nuestra patria y es obligatorio el análisis pragmático de lo que ha venido sucediendo en situaciones que nos influencian determinantemente en nuestra cotidianidad.
Todo hace presumir que la delincuencia actúa de manera descontrolada; Según expertos en la materia, reconocidos nacional e internacionalmente, las cifras sobre delitos de extrema gravedad como son los homicidios son exorbitantemente inaceptables, más aún cuando se dice que sobrepasa los 25000 homicidios/año y en un altísimo porcentaje, no se sabe del paradero de quienes han cometido los crímenes. Los hurtos, robos, atracos, asalto a viviendas y asesinatos a sangre fría van más allá de cualquier cifra de cualquier guerra en cualquier parte del mundo, incluyendo al terrorismo y, esta situación ha hecho que los ciudadanos hayan declarado un toque de queda continuo. Cuando se sale a la calle generalmente se hace con gran temor, teniendo la valentía de vencer el miedo, en la mayoría de las oportunidades de manera imprudente ante la necesidad de satisfacer las necesidades básicas.
La producción nacional ha caído de manera realmente alarmante, analistas internacionales han hablado de que Venezuela está a punto de sufrir una crisis humanitaria de proporciones impredecibles. La producción agropecuaria que había soportado la guerra de Independencia, montoneras, asaltantes e incendiarios de pueblos y sabanas, tiranías y dictaduras, se podría decir, que sucumbió al sistema impuesto y, después de que el país producía más del 70% de los alimentos que consumíamos pasamos a importar más del 90% según algunos analistas económicos, puesto que actualmente no se conocen estadísticas oficiales reales.
El desabastecimiento ha estremecido al sector salud y se dice que es difícil conseguir medicamentos para enfermedades inclementes como son: Las cardiovasculares y cerebros vasculares; El cáncer, la diabetes, el VIH, la tuberculosis, el paludismo, etc. Se ha dicho que algunos hospitales están prácticamente inoperativos por la falta de los insumos más imprescindibles y/o de los equipos necesarios para prestar una eficiente y eficaz atención médica.
El sistema educativo tradicional está en condiciones deplorables, mientras se aumenta la cantidad de alumnos sacrificando la calidad de la enseñanza. Se reducen los presupuestos en detrimento infraestructura, equipos, y servicios al estudiantado; los docentes protestan por tener salarios míseros en el país que vive en base a la fluctuación del valor del dólar, debido a la inmensa cantidad de productos que tiene que importar debido a la situación creada en la producción nacional que ha ocasionada una crisis, hasta ahora, invaluable.
En Venezuela ya exportábamos hasta autos de excelente calidad y ahora no conseguimos ni los repuestos de ellos y que ya vendían hasta en las bodegas o pulperías.
Son ejemplos ante los cuales tienes que reflexionar a la hora de tomar la decisión que marcará el destino del país. Tienes el poder de cumplir con el derecho a…
¡Votar conscientemente!