Un considerable número de familias quedaron aisladas durante varias horas la madrugada y mañana de este domingo, al sur de Cabudare, por una crecida de la quebrada La Mata, que provocó daños en los pasos de los vehículos.
Eso ocurrió en el asentamiento campesino La Mata, sector El Dique, donde, de acuerdo a varios vecinos, desde hace tiempo vienen exigiendo de organismos municipales y regionales el acondicionamiento de la única vía que les comunica con Cabudare.
Galkin Silva, Carlos y José Graterol, tres de ellos, junto a otros habitantes de la zona, informaron que a las tres de la mañana, cuando comenzó a llover, la quebrada “empezó a roncar”, lo que les preocupó pues era una señal de que estaba aumentando la corriente de agua que baja de la montaña.Indicaron que, debido a ello, más de 50 familias dedicadas a la
agricultura, quedaron aisladas y sin energía eléctrica pues algunos cables se cayeron de los postes.
“Llevamos más de un año gestionando ante la alcaldía, gobernación y Corpolara, la canalización de la quebrada, o al menos que construyan bateas en los sitios donde cruza la carretera para garantizarnos seguridad de entrada y salida del asentamiento, pero ninguno ha hecho nada”, expresó Silva.
Esta mañana, los mismos agricultores, con palas, picos y otros implementos agrícolas, trataban de acondicionar algunos de los pasos para que los habitantes pudieran salir y los visitantes entrar.
El mismo día en la mañana recibieron la visita del ingeniero Manuel Colls, director general de la alcaldía, para enterarse de la situación que están viviendo todas las familias establecidas en el lugar.
El funcionario, acompañado por varios de los moradores, llegó hasta la parte alta del caserío, habló con algunos de ellos quienes le expusieron el problema que se les presenta cada vez que llueve pues la quebrada no les permite salir.
Silva y los dos Graterol le insistieron en la necesidad de que se canalice el canal para que las aguas puedan bajar sin interrupción alguna y ellos no tengan impedimentos para salir o entrar.
“A veces, cuando llueve varios días seguidos, no podemos sacar a los mercados las cosechas porque la quebrada crecida no nos lo permite, además, cuando bajan las aguas, los pasos quedan tan destrozados que ni vehículos a doble tracción pueden pasar”, afirmó Silva.
Además, si alguien se enferma, la situación es más grave pues no podemos llevarlo a un centro de salud a que lo atiendan, indicó.