Con suficiente agua almacenada en tres represas, Carora presenta una crisis del servicio que se ha venido agudizando en los últimos meses.
Una de las causas es la desinversión de Hidrolara en gran parte del sistema hidráulico para garantizarle el suministro del vital líquido a los caroreños, tanto de las represas Los Quediches como de Atarigua.
Tal desidia la justifica la hidrológica con el tema de la sequía, cuando extrañamente nunca faltó el agua a las familias de esa población que históricamente ha sido de clima árido y de poca lluvia durante el año.
La otra causa actual es la negligencia en la culminación de la ejecución de los trabajos de sustitución de 6,5 kilómetros de tubería de la aducción Los Quediches-Lara Zulia, a cargo de la Empresa Noroccidental de Mantenimiento y Obras Hidráulicas, C.A. (Enmohca), con recursos del Gobierno nacional.
Con esta obra se estaría recuperando considerablemente el caudal de agua a la ciudad.
La otra represa, El Ermitaño, está en la parroquia El Blanco, en Quebrada Arriba, la cual espera por la atención de los tres niveles del gobierno.
Soy caroreño, tengo sed
Este es el lema protesta que hace eco en la sociedad organizada de Carora por el problema del agua.
La situación activó una jornada de recolección de firmas este lunes, en una masiva concurrencia de participantes que exteriorizaron su descontento por el problema, en varios puntos, frente al terminal de pasajeros, frente al mercado municipal, frente al Grupo Escolar Ramón Pompilio Oropeza y en varias iglesias, tanto católicas como cristianas.
El conteo total de firmas se darán a conocer en las próximas horas, y las mismas serán elevadas a las instancias pertinentes.
