Al menos un 65% de la población estudiantil de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA, proviene de otros estados, por lo que se ven obligados a mantener una residencia o en el mejor de los casos, a pagar varios transportes para poder asistir a sus clases.
Es por eso que el cese de actividades de aulas que se dio desde el pasado mes de septiembre ha afectado a miles de alumnos, como es el caso de Karlis Terán, estudiante de desarrollo humano proveniente del estado Zulia.
Terán expresó que debe pagar Bs. 1.200 por la residencia que comparte con otra compañera, un precio considerablemente económico en comparación con otros estudiantes que deben cancelar al menos Bs. 5.000 por el alquiler.
No solo este gasto se genera durante el paro, ya que muchos estudiantes prefieren permanecer en sus habitaciones alquiladas por desconocer la fecha de inicio de las actividades, situación que provoca que deban costear además alimentación cuyo monto mínimo son Bs. 400 por un almuerzo y transporte el cual se calcula en Bs. 60 si se usa transporte público, afirmó la estudiante.
Los jóvenes constantemente se ven en la necesidad de buscar un empleo, sin embargo permanecen desconcertados respecto a su futuro. Las labores que pueden emplear no son dentro del ámbito en el cual se desempeñan académicamente. “No estoy aportando nada ni a mi país ni a mi universidad”, resaltó.
El no reinicio de actividades de aula ha provocado una gran deserción estudiantil. Xavier Aldana, presidente del Centro de Estudiantes del Decanato de Administración y Contaduría (DAC), expresó que nada más en ese decanato al menos 2.000 estudiantes dejaron de inscribirse.
Por su parte, el rector de la Ucla, Francesco Leone, señaló que son incontables el número de retiros que firma cada semana.
Los estudiantes hicieron un llamado al gremio docente, exhortando a un regreso a las aulas en donde se pueda llegar a tomar decisiones en conjunto que beneficien tanto a los profesores como a los estudiantes.
Reconocen que la lucha emprendida por los educadores es justa, pero no consideran apropiado el hecho de que se abandonen las clases, por lo que les hicieron un llamado de retorno a las aulas, así como al ministro de Educación Universitaria, Manuel Fernández, para que resuelva el grave problema presupuestario.