Los presidentes de Fedecámaras y Consecomercio, Francisco Martínez y Cipriana Ramos, consideran que la aplicación de más controles de precios agudizarán el desabastecimiento.
«Las empresas seguirán cumpliendo con la ley, pero se van a generar problemas que no permitirán la reposición de inventarios», dijo Martínez durante una entrevista en Unión Radio.
El dirigente empresarial recomendó al Ejecutivo modificar el régimen cambiario y establecer un sistema fluido para la planificación de las compras de materias primas, insumos y repuestos para producir bienes y servicios hechos en Venezuela.
Refirió que un gran obstáculo es el control de precios. “Mientras no tengamos un sistema de conformación de precios que entienda los complejos procesos de encadenamientos productivos, no vamos a tener empresas con rentabilidad y por ende, tampoco se van a poder pagar salarios mínimos», apuntó.
Por su parte, Ramos señaló que la escasez será la primera consecuencia de la reforma de la Ley de Precios Justos. «Vamos a tener mucho menos mercancías en las calles, porque nadie va a importar con dólar libre si no puede ajustarlo al precio de venta”, explicó.
Agregó que en las actuales condiciones establecer un precio máximo de venta al público es prácticamente imposible, porque no existe oferta. “Vas a tener un precio justo para los productos regulados y otro máximo para el resto de los productos. Quién va a importar a un tipo de cambio para vender a otro, evidentemente no vamos a tener mercancía», aseveró.
Devaluación
Por su parte, el economista José Guerra afirmó que lo que está provocando el aumento de precios es la fuerte devaluación del bolívar en el mercado paralelo y la impresión de dinero inorgánico que está haciendo el Banco Central de Venezuela para poder financiar el déficit fiscal.
«Los venezolanos estamos ante el fracaso de un modelo que está arruinando la economía del país. Este es el quinto intento de fijar los precios y todos han fracasado porque lo que está en el fondo colapsando no son los precios, es el modelo económico que nos llevó a esta inflación», explicó.
Agregó que la solución a la crisis que actualmente vive el país, consiste en cambiar el modelo económico, llamar a los sectores productores, trabajadores y al propio gobierno a un diálogo nacional para restituir la producción nacional.
«Jamás ningún gobierno puede imponerme que voy a comer, que cola tengo que hacer, a qué hora tengo que levantarme, porque esa es mi decisión, comer lo que yo pueda comer, según mi ingreso», indicó.
Hiperdevaluación
El economista Alexander Guerrero advirtió al Banco Central de Venezuela (BCV) que si el país enfrenta una hiperflación también habrá hiperdevaluación.
«La moneda venezolana es un pasivo del principal ente económico. Lo que el BCV ignora es que los precios se ajustan al unísono y como la inflación es fenómeno monetario el bolívar es un pasivo del BCV y pierde poder de compra, su paridad respecto al dólar y se deprecia, mostrando causalidad que afecta la caída de su poder de compra», explicó.
Agregó que Nelson Merentes todavía no ha aprendido la lección al respecto. «Si el país vive inflación, esta devalúa al bolívar pero si es hiperinflacion habrá hiperdevaluacion. Merentes con 12 años de presidente del BCV, es hora que aprenda su propia lección, si monetiza el déficit fiscal llega la hiperinflación», recalcó.
Por otra parte, Guerrero señaló que en el país no hay suficientes cantidades de divisas para cubrir las demandas de importaciones de alimentos y a su vez pagar las deudas, razón por la cual el gobierno deberá decidir que atiende.
«Esta decisión generará más colas para adquirir productos básicos. Cuando oiga el coro de políticos y de la banca de inversión recuerde que no hay dólares para comer y pagar deuda, o come o paga deuda y tendrá más colas», indicó tras destacar que la solicitud al Fondo Monetario Internacional (FMI) es una medida viable.