La diputada Vestalia Sampedro, afirmó que extraoficialmente se pudo conocer que no habrá información sobre indicadores macroeconómicos en el presupuesto 2016. «Por una parte no extraña, pues sería una acción cónsona a la opacidad con que impunemente viene actuando el Ejecutivo, pero también debe servirnos para evaluar las causas de las fallas», indicó.
Añadió que de cumplirse ello, el gobierno estaría admitiendo que no es la guerra económica, sino producto de su autoría y absoluta responsabilidad, el desastre económico actual. «Quedaría al descubierto su gran mentira», acotó.
Recordó, al respecto, que el año pasado el gobierno mintió al decir que la tasa de cambio sería de 6,30 bolívares por dólar. «Dijeron que la inflación rondaría el 30% y sabemos que ha sido 6 veces más. que Venezuela crecería 3% y hoy la verdad salió a la luz, Venezuela se redujo en -4% en 2014 y si esto lo sabía el gobierno, cómo remontaría esto y crecer además 3% en 2015. ¿Qué planificación es esa? Otra variable, el precio petróleo lo estimó en 60 dólares y el promedio ha sido 41,4 dólares, sin poder echar mano del mecanismo para compensar caídas, porque ellos mismos anularon el Fondo de Estabilización y derrocharon reservas líquidas, el oro, todo», puntualizó.
Asimismo, sostuvo que «el gobierno ha omitido, mentido, subestimado y mantenido un presupuesto y endeudamiento paralelo, que nadie conoce, donde se pagan y dan vuelto con la complicidad de todos los poderes, incluyendo el oficialismo en la Asamblea Nacional, que avala las mentiras y las cifras irreales, ahora no le queda otra que esconder, porque ya el recurso de la mentira se les agotó».
Finalmente, Sampedro señaló que se necesita una Asamblea Nacional que sea capaz de devolver al Ejecutivo un presupuesto que se presente de esa forma.
«Merecemos una Asamblea que recobre su capacidad para hacer observaciones, exigir mejoras, que controle recursos públicos, que no tolere lo que está mal por conveniencia política, que obligue al Ejecutivo a valorar al pueblo, a tratarlo con dignidad, con seriedad, presentando un presupuesto real, con las verdaderas necesidades, gastos y los verdaderos recursos con los que contamos», culminó.