El cese de actividades en aula por parte de los profesionales de la educación, refleja un alza en sus voces quienes imploran que se les valore como docentes y sean atendidas sus necesidades.
Afirman no querer la paralización de las casas de estudio, por lo que no han abandonado a tantos alumnos que se encuentra realizando trabajos de investigación, pasantías, servicio comunitario o alguna otra actividad referente a la universidad más allá de las aulas.
Las revisiones se realizan, correcciones o cualquier necesidad que posea el estudiantado respecto a sus proyectos; demostrando así que la labor de docente permanece viva.
En el caso de la UCLA, las actividades de postgrado se encuentran funcionando parcialmente, las autoridades respetan la decisión de cada educador, si mantenerse afuera de las aulas o permanecer en las mismas.
Respecto al cese de las clases señalan que no son impartidas, no por no querer, sino que no se cuentan con los recursos mínimos para que las mismas sean dadas.
Una de las prioridades para los profesores es establecer una reunión con el Ministro de Educación Universitaria, Manuel Fernández, y la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv). Fernández realizó un compromiso de encontrarse con los mismos con la intención de resolver la situación.
La promesa aún no ha sido cumplida, las diferentes asambleas internas en las distintas casas de estudio se siguen realizando, sin embargo para los educadores el punto de partida es plantearle la situación directamente al ministro.
Su descontento con un sueldo que no refleja la situación en la cual se vive en el país es el motor para protestar y exigir que sean valorados.
La masa estudiantil en algunos casos no apoya la medida tomada, por lo que el gremio docente reitera que es necesaria y que se lucha por los alumnos también ya que los mismos no cuentan con los recursos mínimos para reintegrarse a las clases.
Permanentes reuniones se han establecido, a la espera de que alguna solución se produzca. Profesores, estudiantes y personal obrero y administrativo se mantienen con la esperanza de que más pronto que tarde se solvente la situación, señalando que de no ser así costará más la reincorporación.
Los problemas abarcan también a los sectores obrero y administrativo quienes si bien se encuentran laborando, lo hacen de manera parcial debido a la inseguridad que en el caso de la Unexpo se mantiene latente a pesar de contar con el apoyo de funcionarios de Polilara.