“El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar”. Ortega y Gasset
El pensamiento de Ortega y Gasset está en boga al ser premiado el director de Tal Cual, con el reconocimiento que lleva su nombre por el Diario El País de España, a lo que Petkoff, modestamente respondió, palabras más, palabras menos “…que sin Tal Cual, no lo hubiese obtenido…”, reconociendo la plausible labor de todos sus integrantes; y a su vez reafirmando que el premio “…es un oxígeno para el periodismo venezolano, que en la actualidad es víctima de censura”.
Pues bien, todo este tiempo se ha visto acosado de nuevo ese centenario diario que es EL IMPULSO. Son 111 años de existencia, desde que Don Federico Carmona inició esa tarea en Carora, y con los años instalarse en la capital larense para tomar el impulso definitivo de hacer un diario con gran perspectiva, con visión de futuro, y hacer del buen periodismo su pasión, con ética, profesionalismo y principios democráticos y plurales en su ejercicio, valores que han sido invariables a lo largo de esta centuria.
En estos momentos EL IMPULSO ha tenido que reducir su edición a dos cuerpos, por razones harto conocidas en el país, como es la limitación y negación del papel por parte del gobierno, a los medios, cuyas informaciones por su veracidad y objetividad, reflejan la realidad existente en el país, y no son complacientes con las falsedades y mentiras que pretende el régimen transmitir a la colectividad.
EL IMPULSO se suma a la penuria que otros diarios a escala nacional como Tal Cual, El Carabobeño, El Nacional, entre tantos, están pasando y enfrentando para mantener su circulación, resistiendo en defensa de las libertades, la libre expresión y la democracia.
Se suele decir que a través de los medios encontramos una ventana abierta para estar informados, expresar las ideas y un conducto expedito al pensamiento y análisis de las circunstancias y aconteceres de los pueblos, y la cotidianidad social y cultural de la sociedad. Lo crítico y aberrante del régimen imperante, sin talante democrático, es callar o tratar de eliminar los medios y la prensa escrita que reseñan la verdad y el descalabro en que se encuentra la Nación.
A la mayoría de los medios independientes solo les queda en este momento crucial un postigo por donde continuar su labor periodística, un postigo por donde pase la luz de la información, un postigo por donde se siga luchando por recuperar las libertades secuestradas. A todos los editores de nuestros diarios, en conocimiento de vuestra dignidad y reciedumbre, tomad para Ustedes las alentadoras palabras del poeta e historiador M.V. Magallanes, “Yo digo hoy cual si dijera siempre…/ no hay para mi adversas circunstancias/ y está mi fe en el más simple propósito,/ tiene el Universo por centro mi existencia/ y me empino gigante sobre el dolor y el miedo…/ y aunque calle algún día/ siempre habrá en mí palabra articulada…/ y salir al encuentro de una nueva alborada”.