Robos, agresiones, saqueos en barrios de la zona más turística de Rio: bandas de adolescentes pobres que robaban todo a su paso en las famosas playas de Copacabana e Ipanema provocaron escenas de caos el fin de semana en la ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos.
Las escenas se repitieron el sábado y el domingo, dos días de fuerte calor y con multitudes en las playas. Los jóvenes llegaron en grupo y robaron celulares, bolsos y mochilas mientras turistas y habitantes en pánico corrían para todos lados y lloraban, mostraron imágenes de la TV Globo.
Una de las escenas muestra a un adolescente tirar arena a los ojos de un policía que intenta detenerlo, y éste, furioso, saca su revólver. Los jóvenes huyen y se pierden entre cientos de bañistas que colman la playa.
Estos ataques conocidos como «arrastoes» (arrastres) ocurren de vez en cuando en las playas de Rio, pero ahora, por primera vez, se extendieron fuera.
Saqueos en barrios
El sábado a las 18h00 local, más de 20 niños y adolescentes descendieron a medio camino de un autobús que regresaba de la playa a la zona norte y pobre de la ciudad. Se bajaron entre Humaitá y Botafogo, dos barrios de clase media y media-alta de la zona sur de la ciudad, y comenzaron a correr por las calles, robando a su paso a transeúntes y saqueando negocios, incluida una panadería.
Los comerciantes se apresuraron a bajar sus cortinas de hierro, protegiendo dentro a los vecinos del barrio. Un vendedor de frutas fue herido de bala en la pierna.
En reacción a la ola de robos, un grupo de jóvenes de Copacabana decidió organizarse a través de las redes sociales para hacer justicia por mano propia. En la tarde del domingo, atacaron un bus en Copacabana que regresaba a la zona norte, rompiendo los vidrios y amenazando e insultando a los pasajeros que en pánico saltaban por las ventanas.
La policía intervino y asegura que evitó un linchamiento, pero los autodenominados «justicieros» consiguieron de todos modos atrapar a algunos adolescentes a los que acusaron de robar y los golpearon, según fotografías y filmaciones caseras de varios vecinos difundidas en las redes sociales.
«¡Abre la puerta, abre la puerta chofer! Solo hay ladrones. Vamos a golpearlos. ¡Fotografíalos, solo hay ladrones!», decía uno de los ‘justicieros’ mientras pateaba a uno de los adolescentes, según la prensa local.
La ola de ataques tiene lugar en el primer fin de semana de sol tras una reciente decisión de la justicia de prohibir que la policía inspeccione autobuses con jóvenes que van a la playa y los detenga en la comisaría por varias horas sin que hayan cometido delitos.
Basta en efecto con ser joven y negro para ser arrestado de manera preventiva, se quejan defensores de los derechos humanos.
Tras los ataques del fin de semana, el secretario de Seguridad del estado de Rio, José Mariano Beltrame, lamentó que la policía haya perdido su prerrogativa «de actuar de manera preventiva» tras el fallo judicial.
«La playa es el último lugar democrático de nuestra ciudad. Preservar esta cohabitación es esencial para Rio. Si hay un grupo que es perseguido por otro, sea porque es negro, porque es pobre o porque piensa de manera diferente, hay que impedirlo», dijo Ignacio Cano, experto en violencia de la Universidad estatal de Rio (UERJ), al diario O Globo.