De aquel muchacho que en 2007 se sentaba en la grada del Domo Bolivariano de Barquisimeto en los juegos de Guaros de Lara, sin ser siquiera convocado, aquel “chiquitico” que veía el Juego de las Estrellas de la LPB por televisión en el barrio Kennedy, Heissler Guillent pasó a la historia, la noche de este viernes, como “conquistador” de la clasificación de Venezuela a sus segundos Juegos Olímpicos y “rey” del Palacio de los Deportes de Ciudad de México.
Con 10 puntos consecutivos en el último cuarto, Guillent ayudó a Venezuela a sobreponerse de una desventaja de siete puntos (68-75) hasta triunfar (79-78) por la vía de un tiro libre cobrado por Gregory Vargas, a tres segundos para el final del último cuarto.
“Es inexplicable describir la emoción y la felicidad que siento en este momento. Estoy orgulloso de todos mis compañeros, del cuerpo técnico, de representar a mi hermoso país, Venezuela. Estoy feliz porque hicimos este sueño realidad con mucho esfuerzo y trabajo”, dijo el dueño del dorsal 19.
“Es increíble. Si teníamos que clasificar a unos Juegos Olímpicos, que es lo máximo en el mundo a nivel deportivo, tenía que ser ante un gran equipo como Canadá y con un gran final, metiendo grandes lanzamientos y, en lo personal, confío mucho en mi juego desde muy niño. Estaba enfocado en el partido, no me rendí y siempre fui a buscarlo”, resumió Guillent.
Detalló los dos triples consecutivos. “En el primero quedaban pocos segundos del control de 24, ataqué, hice un step back y pude anotar. Son cosas que uno entrena mucho y cuando las haces en el partido de ta mucha confianza. Después conseguí el otro triple, un tiro abierto, hice una finat y me saltó (Kelly) Olynyk. Lancé con mucha confianza”.
Dio crédito al “scouting del cuerpo técnico y el plan de juego” y se mostró “feliz por el trabajo que hicimos defensivamente para ganarle a un equipo al que respetamos y admiramos mucho, pero nos queda celebrar y agradecer a Dios por iluminarnos”.
Recordó lo duro de la preparación en diferentes países por el cansancio de viajes y dobles prácticas y los resultados desde 2011 hasta el título de Margarita 2014. “Es un premio al cuerpo técnico y a nosotros porque compramos la idea del coach, jugando un baloncesto sin egoísmos, esforzándonos, manteniéndonos humildes y creyendo en nosotros”.