Versado en remontar partidos, Andy Murray se topó el lunes con un rival cuyos lacerantes y potentes tiros no le dieron resquicio en el Abierto de Estados Unidos.
Murray, el tercer preclasificado, sucumbió 7-6 (5), 6-3, 6-7 (2), 7-6 (0) ante el sudafricano Kevin Anderson en la cuarta ronda.
La derrota fulminó la racha de 18 torneos de Grand Slam en los que el escocés había alcanzado por lo menos los cuartos de final, consagrándose campeón durante ese periodo en el Abierto de Estados Unidos de 2012 y Wimbledon de 2013.
“Es decepcionante perder por eso”, dijo Murray, refiriéndose a su prematura eliminación. “Son muchos años de trabajo dedicados a cimentar una especie de consistencia”.
Anderson, 15to cabeza de serie, dilapidó una ventaja de dos sets contra Novak Djokovic en Wimbledon pero no titubeó esta vez para acceder a la ronda de los ocho mejores en un grande por primera vez.
“He jugado uno de los mejores partidos de mi vida. Avanzar a cuartos de final es sensacional”, dijo Anderson, dueño de un potente saque y pletórico para el peloteo desde el fondo.
Anderson, un gigante que mide 2,03 metros de altura (6,8 pies) había perdido en las siete oportunidades previas en la que estuvo en la antesala de los cuartos.
Murray no fue el único que destrozó una raqueta. Luego de ceder su primer set en el torneo, el suizo Wawrinka montó también en cólera, pero se las arregló para doblegar 6-4, 1-6, 6-3, 6-4 a Donald Young, un rival que protagonizó dos épicas remontadas en las rondas previas.
Presente en la ronda de cuartos por octava vez en las últimas nueve grandes citas, el suizo Wawrinka confirma una regularidad que muy pocos pueden presumir en el circuito masculino.
En el cuadro femenino, Victoria Azarenka, Simona Halep, Petra Kvitova y Flavia Pennetta avanzaron a los cuartos de final, ronda en la que se enfrentan este martes las hermanas Serena y Venus Williams.