A pesar de tener que cargar con sus bebés, cruzar campos de maíz y recorrer vías del tren, caminos de tierra o arrastrarse bajo carretes de alambres con cuchillas, un número record de migrantes sigue llegando a Hungría a través de la frontera sur con Serbia.
La policía detuvo el miércoles a 3.241 migrantes, más de 700 más que el día anterior, estableciendo por el momento el record de llegadas en un solo día. Muchos de ellos proceden de Siria y quieren llegar a países más prósperos de la Unión Europea para solicitar asilo.
Omar, un estudiante universitario de Daraa, en Siria, que viaja a Alemania porque es «un buen país para vivir» dijo que dejar su casa fue duro pero que «queremos completar nuestra vida, no podemos vivir así».
La canciller alemana Angela Merkel participa el jueves en la cumbre de líderes de los Balcanes en Viena. La inmigración y la lucha contra el extremismo centran la agenda del encuentro.