Entre quienes dirigen Hidrolara persiste la preocupación debido a que, por falta de precipitaciones,, la reserva de agua en la presa Los Quediches continúa bajando hasta niveles realmente preocupantes.
La última medición a la cota fue ubicada en 567,30 metros sobre el nivel del mar, cuando lo normal es 590, lo que obliga a la hidrológica a mantener los planes de racionamiento en Carora, establecidos desde el pasado mes de junio.
El ingeniero Pedro Sánchez, presidente (e) de Hidrolara, dijo que mientras no llueva en las cabeceras de las quebradas o ríos que abastecen al embalse, la situación seguirá siendo crítica, pues están en la obligación de continuar el suministro del vital líquido a la capital del municipio Torres, aunque de manera racionada.
El embalse tiene una capacidad de 38.700 mil metros cúbicos, pero en la actualidad el agua almacenada no llega ni a la mitad, como se puede observar en sus orillas, algunas convertidas en zonas de pastoreo para el ganado de fincas cercanas.
Igualmente, las quebradas Las Tres Matas, El Escondido y La Ribera, cuyas nacientes se encuentran en el estado Trujillo, no están aportando mayor cosa a la presa, también por la falta de lluvias.
Agricultores de la zona coinciden en que nunca antes la habían visto en las condiciones actuales, mientras los técnicos de Hidrolara se mantienen vigilantes sobre los niveles del espejo de agua para determinar si, finalmente, se haría necesario apagar los motores de las bombas que envían el líquido a la tubería que le lleva hasta Carora, donde sus habitantes se ven obligados a administrar lo poco que les llega.