Desde de las cuatro de la mañana de este de jueves, cientos de consumidores llegaron a los principales mercados del este de la ciudad para adquirir productos regulados y satisfacer sus necesidades familiares.
Esa situación, convertida en tradición, causó una vez más malestar entre quienes esperaban ingresar al supermercado.
¿La razón?: Las personas que se encontraban en un comercio de la avenida Los Leones debieron esperar hasta cuatro horas para comprar alimentos, hasta tanto llegaran funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana para controlar el desorden existente.
Como es costumbre, los primeros en pasar fueron los adultos mayores, quienes luego de entregar su cédula de identidad y ser llamados, pudieron adquirir sus rubros.
Efectivos de la Policía Regional también estuvieron, pero de observadores. Una cinta de seguridad dividió el espacio entre la entrada principal del comercio y los ciudadanos, algunos de los cuales se retiraron porque se sintieron incómodos por el trato dado por la guardia del pueblo.
“Si no se coloca en la fila, no va a pasar”, “o se acomodan o cierro esta…”, fueron algunas de las expresiones de un uniformado que al final logró controlar el caos para que la gente pudiera ver qué encontraba en los anaqueles.
Afuera del centro comercial seguía la cola luego de las 11 de la mañana. Consumidores se protegían del sol, y se entretenían a la espera de ser atendidos.