A cuatro meses de las elecciones parlamentarias la política venezolana tiende a caldearse especialmente ante los últimos señalamientos del oficialismo que aseguran que algunos opositores participan de acciones desestabilizadoras.
Para los analistas, Venezuela viviría una de las campañas electorales más duras de su historia.
La denuncia que presentó la víspera el presidente venezolano Nicolás Maduro contra algunos dirigentes opositores, que fueron señalados por un detenido de estar implicados en un complot contra el gobierno, ha generado nuevas tensiones políticas tras las recientes inhabilitaciones de candidatos que fueron propuestos por la coalición opositora para participar en los comicios legislativos.
María Corina Machado atribuyó las acusaciones a una estrategia del Gobierno para callar y desmovilizar» a la población de cara a los comicios legislativos del 6 de diciembre en los que la oposición figura por primera vez en 16 años como favorita para ganar la consulta y lograr el control de la Asamblea Nacional, según las principales encuestas locales.
La dirigente, recientemente inhabilitada para participar como candidata, dijo a The Associated Press que los opositores se mantendrán firmes» y serenos» para hacer frente a lo que consideró como las condiciones más adversas que hayamos tenido en elección alguna en Venezuela». El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, sostuvo queesta va a ser una campaña muy dura» en la que la oposición se centrará en atacar al gobierno en términos de la crisis económica, y el oficialismo tratará de desvirtuar y desacreditar al máximo a la oposición y su liderazgo.
El analista dijo a la AP que en este momento es muy temprano para hacer proyecciones sobre el impacto que están generando las acciones del gobierno y la oposición, pero señaló que para Maduro es un «reto» poder superar el escenario adverso que enfrenta ante la caída significativa de su popularidad, que está alrededor de 25%, y la severa crisis económica.