El dicho popular, quien a hierro mata a hierro muere, se podría aplicar a Biyecson Antonio Acosta Moreno (22), quien se vino hace un año, desde El Tigre, estado Anzoátegui, luego de asesinar a un sindicalista. A las siete de la mañana de ayer, fue interceptado por unos sujetos en una camioneta que sin mediar palabra alguna le dispararon en repetidas oportunidades, cuando caminaba por la vereda 347 del sector 1 de la urbanización Cleofe Andrade, mejor conocida como Cerrajones, al oeste de la ciudad.
Ya había cola en el chino
A las siete de la mañana estaban descargando un camión de harina en los chinos de Los Cerrajones. Ya la cola estaba formada, esperando que abriera, cuando a esa misma hora se escuchó una ráfaga de disparos que dejó mudo a todos, pero ninguno se movió por temor a perder el puesto en la cola.
Después se formó un alboroto pues dos jóvenes estaban tirados en la calle, uno de ellos aún con vida, y fue trasladado hasta el ambulatorio de La Carucieña y referido hasta el Seguro Social Pastor Oropeza. Se trata de Josman Jesús Ramos Sánchez (22), quien recibió un disparo en el pecho.
A unos ocho metros de él, quedó tendido su primo Acosta Moreno, sin vida.
Quedó boca arriba sobre un charco de sangre, sus piernas cruzadas, a su alrededor al menos tres conchas y cerca un proyectil.
Según comentaron los testigos, los primos iban caminando cuando un Chevrolet Malibú, vinotinto, se detuvo y desde su interior comenzaron a disparar y un sujeto se bajó cuando vio caer a Acosta Moreno y se le acercó y le disparó en repetidas oportunidades. Luego se montó y escaparon a toda marcha.
Sobre el cuerpo
El cuerpo de Acosta Moreno fue tapado por sus seres queridos con una sábana. Sobre él estaba Marielbis Lara, quien desde hace tres años era su pareja. Ella le sobaba el rostro y la cabeza, sobre las sábanas, al mismo tiempo que lloraba de dolor por lo sucedido.
Contó la dama que estaban residenciados en Villa Productiva. Su esposo salió a las seis de la mañana porque iría a casa de una tía a llevar una mercancía. Aseguró que desde hace un año que se vinieron de El Tigre, buscando mejoras, comenzó a trabajar como comerciante; ahora vendía zapatos.
A las 8 de la mañana un primo de la víctima le tocó la puerta de su casa, preguntándole que le había pasado y ella indicó que no sabía, pues estaba durmiendo, además no había prendido su teléfono y fue él quien le llevó la tan lamentable noticia.
Ángel Maestre, quien manifestó era hermano del joven fallecido, relató que el Acosta Moreno estuvo en casa de su hermana en una comunidad cercana llamada La Hermandad y a las 7 de la mañana salió en compañía de su primo Ramos Sánchez, se dirigía al Terminal de Pasajeros a comprarle el pasaje la madre de Ramos Sánchez.
Fueron versiones contradictorias que se encontraron entre sus seres queridos, lo cierto es que Acosta Montero tenían un año en esta ciudad y era el tercero de cuatro hermanos.
Escondido en Lara
Según información obtenida a través de medios de comunicación de Anzoátegui, Acosta Moreno habría estado en la cárcel de Puente Ayala, por el delito de robo en el 2013, además es señalado de ser el autor material del crimen del Miembro de la Unión Bolivariana de Trabajadores de la Industria de la Construcción, Jesús Enrique Rendón, de 39 años de edad, quien residía en la calle San José del sector Pueblo Ajuro de la ciudad de El Tigre, asesinado el pasado 8 de agosto del 2014.
Señalan los medios que el sindicalista se encontraba en una barbería, cerca de su casa, cuando llegaron tres sujetos en moto y le dispararon en repetidas oportunidades y uno de ellos se bajó a rematarlo cuando estaba en el piso.
Autoridades identificaron a los homicidas como Biyecson Antonio Acosta Montero, de 20 años; Jefferson Starlin Pérez Acosta (19) y Luis Alfonzo Mejías (20), alias El Iguano, residentes del callejón Venezuela, del sector Pueblo Ajuro y sería Acosta Moreno quien lo remató.
Se conoció que integraban una banda liderada por un sujeto apodado La Rocola. El sindicalista habría peleado con él, por lo cual La Rocola habría encargado a sus sicarios ejecutarlo. Cabe destacar que un día después que identificaron a los homicidas del sindicalista, profanaron la tumba del mismo y quemaron su cuerpo.
Lo cierto es que Moreno Acosta, en la banda de El Rocola, se vino a la entidad larense a esconderse, pues era buscado por los cuerpos de seguridad, y desde que estaba aquí también cometía sus fechorías, indicaron algunas personas que lo conocían. Algunos funcionarios que ya le estaban siguiendo los pasos, manifiestan que junto a otros presuntos delincuentes formó una banda, a la cual denominaban Los Orientales.