El resultado de promesas
Para nadie es un secreto que durante estos 14 años de esta mal llamada revolución bolivariana, el Gobierno Nacional se ha dedicado más a hacer anuncios de grandes obras y abandonando las existentes. El mejor ejemplo es la represa de El Guri, cuyo colapso estamos sufriendo desde el 2006 y, en aquel entonces, culparon al fenómeno de El Niño, y luego hasta una inocente iguana salió a relucir. En el caso de la vialidad, la situación es más crítica, y la mejor demostración acá es el puente La Guardia, en la vía Barquisimeto-Quíbor. Esta infraestructura se vino abajo en noviembre de 2007 y, hasta la presente fecha, sólo han realizado unos pequeños arreglos. Es que en estos 14 años, el Gobierno Nacional lo que ha hecho es cambiar el nombre del país, agregar otra estrella a la bandera, colocar el caballo del escudo en sentido inverso, inventar el bolívar fuerte, cambiar el nombre a la autopista centroccidental, crear el estado insular, cambiar el nombre al Salto Ángel y, lo más reciente, mostrar la nueva imagen del Libertador. Pero ya el pueblo se cansó y el próximo 7 de octubre decidiremos por un nuevo rumbo.
Neptalí Paredes
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Infraestructura vial
El 70% de las carreteras nacionales y la vialidad agrícola, y 90% de los puentes del país se encuentran en pésimo estado debido a la falta de mantenimiento. Recientemente me trasladé en plan vacacional al pueblo de Cabure (población enclavada en la sierra falconiana) por la carretera Churuguara – Coro y quedé sorprendido del deterioro de la vía. El trayecto de Mapararí a Churuguara me hizo recordar cuando de niño me trasladaba a caballo con mi padre desde Santa Cruz de Bucaral, mi pueblo natal, hasta “San Rafael”, pequeño potrero de nuestra propiedad a “apartar” unas 20 vacas para el ordeño. El trayecto lo hacíamos a caballo porque la vía no permitía hacerlo en vehículos.
La carretera (nacional) de Churuguara a Cabure presenta deplorable condiciones, con hundimientos, fallas de borde, trayectos sin capa asfáltica y huecos y baches mal reparados, por otra parte 6.400 kilómetros de carreteras y vías del estado Lara se encuentran en deplorables condiciones. El problema de la vialidad rural es más acentuado ya que 3.000 kilómetros muestran deterioro. Referente a los puentes debo mencionar por su cercanía al puente La Guardia, en la intercomunal Florencio Jiménez, el cual después de haber sufrido una avería no ha sido reparado. El día martes 21 del presente, el Ingeniero Antonio Menuto, Presidente del Colegio de Ingenieros y Arquitectos del Estado Lara, acompañado por algunos miembros de la Red Institucional Larense, se trasladó hacia el Municipio Simón Planas a objeto de inspeccionar varios puentes y manifestó preocupación por el estado de los mismos, opinó que la falta de mantenimiento es la causa de la inestabilidad que presentan estas estructuras, toda vez que el cause del río no está canalizado y las aguas corren por los taludes laterales en lugar de hacerlo por las luces del puente; esto, indudablemente, constituye un peligro inminente debido a la erosión sobre bases y pilotes.
Sobre la interrogante, ¿es necesaria la reparación?, mi respuesta es, debe ejecutarse la reparación de manera inmediata ya que sobre estos puentes transitan más de 40.000 vehículos diariamente. ¿De quién es la competencia? Es propicio hacer referencia al colapso que sufrió el puente de Cúpira en el estado Miranda, cuando el vicepresidente de la República, Elías Jaua, se apersonó al sitio de los acontecimientos en el cual, la encargada de la gobernación del estado Miranda manifestó al vicepresidente su disposición de colaborar con la solución del problema, pero la actitud del alto funcionario dio muestras o quiso decir que el accidente se suscitó por desidia de la gobernación, al mismo tiempo se contradijo al manifestar que el colapso fue por exceso de peso. Olvida el vicepresidente que, mediante Gaceta Oficial número 39.200 del 15 de junio del 2.009, el Ministerio del Poder Popular para las Obras Públicas y Vivienda (MOPVI), ahora Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) decretó la reversión de competencia en el artículo 2 de la Resolución Nº 97 del organismo en cuestión: “A los fines de la presente resolución, se entenderá que los bienes que conforman la infraestructura vial objeto de reversión serán los siguientes: las carreteras y autopistas declaradas como vías nacionales de acuerdo a la legislación vigente, los distribuidores, puente, túneles, viaductos y rampas de accesos que formen parte de las mismas, incluyendo las vías agrícolas; así como también todos aquellos bienes que conforman la infraestructura vial.”
Esta trascripción la hago a objeto de rebatir lo que repiten como loros y sin conocimiento de causa por temor a perder el cargo y algunos para no dejar de percibir las dadivas de las cuales se benefician a medias.
Rafael Vargas Garcés
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¡Es un desastre!
Desde hace mucho tiempo, la colectividad larense ha estado clamando al Gobierno Nacional la reparación de toda la infraestructura vial, llámense puentes, carreteras, autopistas, calles y avenidas y, sobre todo, la vialidad rural, que presenta señales inequívocas de daño irreversible. Hay que admitir que este grave problema no es de ahora, pues parte de él viene de tiempo atrás, haciéndose evidente la falta de recursos económicos para reparar dicha vialidad. No ha sido fácil para la actual administración regional encontrar las finanzas para resolver esta grave problemática. Se han hecho denuncias en el sentido de que no hay un proyecto actualizado, técnica y financieramente, para la recuperación de la infraestructura vial. Los destrozos y daños causados por la anterior ola invernal, algunas poblaciones de esta entidad federal, quedaron prácticamente incomunicadas.
En este sentido, la falta de mantenimiento por parte de los organismos competentes, ha contribuido al deterioro progresivo de la vialidad. Otra de las causas principales del descalabro vial son los estudios y diseños mal estructurados, con falencias incorregibles en asuntos básicos tales como el medio ambiente, construir en sitios inseguros, que pueden ocasionar una tragedia. Es, a todas luces, irresponsable adjudicar unas obras viales con base en diseños y planes desactualizados e incompletos. Insistimos en que la ciudad y sus habitantes están urgidos del arreglo de sus principales vías de comunicación, como de la solución pronta de otros problemas. El colapso vial impide la normal movilización de carga, alimentos y pasajeros.
Por otra parte, los recursos oficiales de la entidad siguen siendo limitados. No hay cómo financiar proyectos que jalonen un mayor desarrollo, con la consiguiente acumulación de atrasos en diferentes frentes de la ciudad. El precario estado de la infraestructura vial es un hecho que confirma las condiciones deficitarias en que se encuentra esta entidad, al tiempo que debe responder por obligaciones contraídas en el pasado y que no se pueden eludir. La construcción y adecuación de vías, tiene un atraso de por lo menos 30 años, lo que hace que la economía sufra significativos sobre-costos por transporte de materias primas y productos terminados, debido al mal estado de la vialidad, haciendo que la comunicación entre las diversas regiones se haga de manera tortuosa, mortificante, compleja y costosa; por lo cual, los productos agrícolas no puedan ser debida y oportunamente transportados a los sitios de distribución y comercialización. Una de las razones reales del atraso en materia de vialidad es que la actual política del Gobierno central, buscando mostrarle al país resultados, anuncian la construcción de viaductos, puentes y autopistas, para poco después dejar todo hecho a medias, aumentando significativamente el costo de cada proyecto y su extensión en el tiempo de manera exagerada, generando hondos perjuicios.
Lo importante es mejorar la infraestructura vial del país, que el ministerio del ramo actúe eficaz y coordinadamente para que las obras no solo se comiencen, sino que se terminen y puedan brindar el servicio con unas garantías mínimas.
Las dificultades viales que se suscitan con ocasión de la temporada de lluvias, nos invitan a reflexiones profundas sobre la forma como el Gobierno Nacional, durante estos 14 años de mandato, ha manejado la gran responsabilidad social que tiene que ver con el cumplimiento y los fines, que constitucionalmente, le corresponde. Es cuando descubrimos y tenemos que aceptar, que todo ha sido un fracaso y que vamos cada día, descubriendo en el trasfondo del manejo de los recursos del Estado, la más completa y perversa de las fantasías y de los engaños de que pudiera pensarse en una verdadera democracia.
José Fabio Oronoz
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Es un colapso total
Desde tiempos de los romanos, estos entendieron que parte de su desarrollo era la construcción de caminos que conectaran dos puntos, que unieran las ciudades y los poblados y que les dieran acceso a todas partes del mundo conocido.
A más de 2 mil años desde ese entonces, el Gobierno Nacional pareciera desconocer esta verdad, y ha dejado a la mayor desidia conocida por este país en materia vial.
¿Quién no puede decir que las grandes obras de infraestructura, y sobre todo las vías, se hicieron en los gobiernos que precedieron a este? El actual no ha realizado una gran autopista, no ha acomodado las que existen y no planificado vías de acceso al interior del país que mejore la comunicación entre las ciudades.
¿Cómo esperamos ser potencia si los camiones de agricultores deben sufrir cada vez que toman las calles por el problema de los huecos?
Roberto Méndez
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No hay voluntad
Nadie puede decir que la bonanza que ha beneficiado a este país en los últimos años no ha sido suficiente para pagar las deudas que se tienen y, además, realizar las inversiones en todos los ámbitos que nos permitiese mejorar la calidad de vida que tenemos. Sin embargo, quienes estaban arriba con la capacidad política para realizar las gestiones necesarias para lograr el desarrollo del país, se llenaron de poder y pensaron en sus arcas antes del beneficio del país.
El caso de la vía es otro ejemplo de la situación de desidia y dejadez que ha sufrido nuestra República a lo largo de estos 14 años (no nombro los anteriores porque nunca antes hubo tanto dinero por concepto de petróleo como ahora).
Son las condiciones de las vías, las que han causado muchas tristeza a familias venezolanas quienes han perdido a un ser querido por las condiciones que exhiben dichas calles; lo peor es que, luego de los accidentes y de los trágicos escenarios presenciados en los asfaltos venezolanos, vemos como las autoridades se desplazan y se movilizan para lograr la recuperación del espacio, como por ejemplo está el caso de la Circunvalación Norte, donde los huecos estaban a menos de 100 metros uno de otros, además de ser una vía transitada por tantos camiones que usan el territorio del estado Lara como puente conector entre el centro del país y el occidente.
Allí, vimos innumerables accidentes que acabaron con la vida de tantos trabajadores y luego del gran susto con el camión que se estrelló contra las barreras por un hueco que es difícil de creer que se encuentre en una vía, ahora vemos a los del Ministerio de Transporte y Comunicaciones haciendo las reparaciones, ¿por qué se espera a que pasen las cosas? Porque es un gobierno sin planteamientos, sin un norte, aplica el “cómo va viniendo, vamos viendo”. Además de que no se ocupa de los problemas más fundamentales que afectan a la ciudadanía, pero si se enfrasca durante 14 años en hablar de socialismo en yuxtaposición al capitalismo. ¿Cómo es que, países sin petróleo, gozan de calles perfectas y nosotros con petróleo y refinerías, tenemos calles de tierra?
Antonio Marchán
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Ellos mismo se pusieron la soga
Desde que les quitaron las competencias a las gobernaciones sobre las carreteras que ahora son nacionales, hemos visto como la desidia y la desantención a estas vías ha sido agudizada.
Nada que esté centralizado puede funcionar con óptimas condiciones, ya que, desde Caracas, el supremo no puede vigilar las calles de todo el país. Él viaja en avión a cada lugar que se traslada, y así, simplemente es imposible darse cuenta, más cuando tiene a personas delegadas en las direcciones de los ministerios que sólo buscan el beneficio personal y no trabajan en pro de la comunidad y del venezolano de a pie.
Chávez, le ha causado mucho daño con sus políticas centralistas a un pueblo que ha podido disfrutar de muchos beneficios a lo largo de su mandato por la cantidad de dinero que ha entrado al país, sin embargo, de eso nada. Cada cosa está peor y la vialidad no escapa de esa triste realidad.
Los puentes son un desastre, sino miremos el de La Guardia, vía a Quíbor, con más de tres años que se cayó y, desde ese entonces se han designado cientos de miles de millones y varias contratistas para que culminen las obras, pero de eso no se ha visto nada. Los quiboreños y todos los que vienen del municipio Morán y Andrés Eloy Blanco deben sufrir el problema de atravesar un tramo de puente en vías opuestas.
Con tanto dinero y, ¿aún no han podido terminar ese trabajo? Una muestra más de la ineficiencia de este gobierno.
Pero este no es un ejemplo aislado, cualquiera que haya viajado al país en los últimos años se dio cuenta que, en muchas zonas existen puentes militares, que se consideraron temporales pero que se han quedado ahí porque no existe la voluntad de resolver nada, o sino que le digan a la gente del municipio Urdaneta cómo se explica el hecho de que, después de caérsele el puente que conecta a su municipio, aun este el puente “provisional” que construyeron.
Nada de las justificaciones pueden ser creídas; la única verdad absoluta es que el gobierno ha dado la espalda a las necesidades del venezolano, y entre ellas está la vialidad.
Rosa Pernalete
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Próximo Tema:
¿Son los ‘pranes’ los verdaderos jefes de las cárceles venezolanas?
Debido a la situación ocurrida en la cárcel de Yare I, donde hubo enfrentamientos entre organizaciones delictivas dentro del penal y relucieron armas de grandes calibres y arsenales de combate; además de las exigencias hechas por los presos de la cárcel Uribana, quienes han logrado el canje de liberaciones de familiares secuestrados por la incorporación de reclusos de otros sitios a este penal. Cabe hacer la pregunta, ¿el gobierno tiene autoridad en los penales? ¿Ha dado resultados positivos la incorporación del Ministerio de Asuntos Penitenciarios al problema? ¿Quiénes son los verdaderos jefes de estos centros de reclusión?
Envíenos su opinión a [email protected] antes del jueves 30 de agosto, y será publicada el 3 de septiembre en la página dos del primer cuerpo del periódico, en la Página de los Lectores