La tos puede ser interpretada como un síntoma de una enfermedad infecciosa de las vías respiratorias por la mayoría de las personas. Sin embargo, los especialistas aseguran que una persona puede toser debido a múltiples factores, como por ejemplo, alergias, humo, polvo, cambios de temperatura (pasar de un ambiente cálido a uno húmedo afecta las fosas nasales y altera las vías respiratorias).
Hay personas que son sensibles a los alimentos y por eso es común que presenten tos por broncoespasmo (asma). Pero también las enfermedades cardíacas (insuficiencia cardíaca) pueden producir tos.
Clasificación de la tos
Antes de comenzar a indicar el tratamiento para la tos, es necesario que el paciente sea evaluado por un médico, para conocer si se trata de una tos seca o húmeda y así indicar un tratamiento adecuado y en la dosis correcta.
Cuando la tos es seca, es decir cuando no hay movilización de secreciones en el golpe de la tos, los especialistas recomiendan que sea tratada con antitusígenos. En cambio, si se trata de una tos húmeda o productiva, aquella que se acompaña de movilización de secreciones bronquiales que pueden eliminarse fácilmente, debe ser tratada con mucolíticos.
Los médicos afirman que cuando un paciente pasa más de 14 días con tos continua, acompañada o no de otros síntomas como fiebre, malestar general, etc., se le considera una tos crónica, que debe ser tratada con antitusígenos o antialérgicos, luego de hacer una evaluación completa para determinar su causa.
Recomiendan que esta persona no sea expuesta a elementos que alteren estos episodios, como por ejemplo, productos químicos.
Cuidado con los niños
En el caso de los niños, la tos puede llegar a tener consecuencias mayores si no es tratada a tiempo. El esfuerzo realizado por una tos continua puede romper ciertos vasos sanguíneos como puede suceder en la tos ferina. Los especialistas aconsejan consultar al pediatra para que indique el tratamiento a seguir, que puede incluir nebulizar al niño cuando la tos sea muy frecuente.
Es importante tener mucho cuidado con los medicamentos que son administrados a los niños en casos de tos. Estos deben ser muy específicos y su dosis debe medirse siempre de acuerdo a los kilogramos de peso del niño.
La tos en el adulto debe ser interpretada en su justa dimensión y en base a los signos que la acompañan. Si bien es muy frecuente que se deba a infecciones del tracto respiratorio, también puede ser la expresión de una enfermedad cardíaca, o de medicamentos que tome el paciente; por eso, no debe automedicarse, sobre todo en el caso de personas mayores.