El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que el Comando Sur habría colocado funcionarios en la embajada de Estados Unidos en Caracas para promover acciones desestabilizadoras contra el país sudamericano, una acusación que se da en medio de un proceso de acercamiento entre los dos gobiernos.
“Tengo pruebas de como el Comando Sur personalmente ha colocado funcionarios en la embajada de los Estados Unidos en Venezuela para dirigir el `Plan Buitre’ de sabotaje a la economía y de violencia», dijo Maduro el lunes durante una reunión del Consejo Político del ALBA en la Cancillería.
El mandatario indicó que las pruebas serán presentadas en una comisión especial con representantes de Washington que se instaurará en los próximos días, según reseñó la Agencia Venezolana de Noticias, de propiedad estatal.
Los comentarios de Maduro llegan pocos días después de que la Cancillería rechazó unas declaraciones de un funcionario del Departamento de Estado estadounidense en las que expresaba preocupación por la inhabilitación de seis opositores que habían sido propuestos como candidatos para las elecciones parlamentarias de diciembre.
A raíz de los saqueos en unos comercios registrados a finales de julio en la localidad suroriental de San Félix, Maduro mencionó unas declaraciones realizadas hace unos meses por el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el general John Kelly, en una sesión del Congreso sobre el riesgo de un colapso en Venezuela.
“Ustedes saben que un general del ejército de Estados Unidos no vaticina, ordena, ejecuta, actúa, y la derecha maltrecha venezolana (sus opositores) ejecuta», sostuvo el gobernante.
Durante sus dos años en el cargo, Maduro ha señalado en varias ocasiones a Estados Unidos por promover acciones contra su gobierno.
Venezuela está sumida en una compleja crisis económica caracterizada por una galopante inflación y severos problemas de desabastecimiento de algunos bienes.
Algunos opositores han expresado que los saqueos a comercios y otras instalaciones en los últimos días responden al descontento que habría entre la población por los problemas económicos, pero las autoridades sostienen que esas acciones forman parte de un complot contra el gobierno.
Caracas y Washington iniciaron en abril un proceso de acercamiento con la visita al país del alto diplomático estadounidense Thomas Shannon, quien en los últimos meses ha mantenido encuentros con las autoridades venezolanas.
Las relaciones entre ambos países entraron en crisis en marzo luego de que el presidente Barack Obama declaró a Venezuela una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y decidió congelar los bienes de siete funcionarios del país señalados por supuestas violaciones a los derechos humanos y corrupción. Las tensiones entre los dos gobiernos se han disipado en los últimos meses.
A pesar de las fricciones, y de estar sin embajador desde 2010, ambos países mantienen un intenso intercambio comercial.