“Cásate con la persona correcta. De esta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o el de tu miseria” (Jackson Brown)
El éxito de la familia es el resultado de la pareja que aprende a superar con inteligencia las crisis y a fortalecer los momentos de amor, unión y felicidad. Son pocos los matrimonios que logran vencer las dificultades, elevándose más allá de sus propios egos, caprichos y egoísmos, por la paz y felicidad del hogar.
-Para ti sea todo el canto de mis liras, sea el vino que haga arder tu sangre y sea el prisma de mis alegrías la dicha de tu corazón. – Igual que aurea el techo del mundo en la mañana tú serás el aura de mi nido, el ánimo, la fe y el porqué de mi existencia. -Por siempre y desde ahora yo seré tu río, tú serás el sauce que sumerge su melena en lo profundo de mi ser.- Tu amor y el mío serán ese manantial que deja abierto Dios para que mi lira eternamente enamorada module sonidos musicales para ti.
Cuando se entra al matrimonio el optimismo vuela tan alto como vuelan las esperanzas de los dos. Llegan las pruebas desatando mil tormentas. Es el momento en el que se duda de si podrá esta pareja remontar el cielo o descenderá al infierno. El encanto dura poco, el desencanto mucho tiempo; las palabras y dulzuras pronto se olvidan, se las lleva el viento, el conflicto y falta de acuerdo.
Un curso corto de preparación no es suficiente para una pareja, en cuanto a lo que significa el matrimonio,cuya realidad ante la falta de afinidad, tolerancia y verdadero amor en muchos,más que una bendición parece unacondena.
La vida de un hombre no es solo trabajo, la de una mujer no es solo ser ama de casa. El antídoto en algunas parejas consiste en descansar los fines de semana en el campo, la playa o en un sitio elegido para alejarse de la rutina y dedicarse a disfrutar los dos.Es importante tener piso firme bajo los pies y estar decidido a conservarlo, poder envejecer juntos con el vigor y las ganas de hacerle a la vida serenamente,sin estrés, sin reconcomios ni molestias. Pareja en la que no funcionan el cariño, la comprensión, la alegría, la consideración, el apoyo ni el sexo, no debe continuar; tampoco la pareja que prefiere aislarse como verdaderos desconocidos dentro de su propia casa. Nadie puede ni debe desperdiciar sus energías ni su vida luchando contra lo insensible, la falta de comunicación o la indiferencia del otro. Por derecho propio todos somos alguien que merece vivir dignamente, feliz, sin imposiciones ni dictaduras.
Por la parte sexual rápido se deprime y se descontrola el hombre ante la mengua de sus potencialidades; la mayoría de las mujeres llevan mejor y con más naturalidad el envejecimiento. Los médicos no ayudan, ya que la respuesta de la mayoría de estos ante los inconvenientes de quien va a su consulta para obtener una ayuda es siempre la misma: “No se preocupe por lo que tiene. Es natural ya que lo que le ocurre es característico del proceso de envejecimiento” truncando así cualquier esperanza. A pesar del oscuro panorama que encierran los años finales, siempre habrá de quedarnos las estrellas para alumbrarnos lo sombrío del camino.
La vida matrimonial es más que una casa, que hacer frente a los quehaceres, gastos y responsabilidades económicas, es más que una fachada,mucho más que un momento de pasión.
No hay ley ni obstáculo que pueda detener el curso de la felicidad, cuando la unión es fortaleza en el corazón de los que se aman de verdad.