Google anunció el jueves que rechazaba el «derecho al olvido» impuesto en Francia por la Comisión Nacional de la Informática y de las Libertades (CNIL), al estimar que esta instancia nacional no es competente «para controlar» las informaciones accesibles en el mundo.
Es decir, Google acepta el derecho al olvido en las búsquedas realizadas en Google.fr o en Google.es, pero no en Google.com o en cualquier extensión no europea.
«Respetamos la posición de la CNIL, pero rechazamos por principios la idea de que una agencia nacional de protección de datos personales reivindique una autoridad a nivel mundial para controlar las informaciones a las que tienen acceso los internautas en todo el mundo», indicó Google en una nota publicada en su blog europeo.
Aunque Google rechazó la decisión, puso en marcha un formulario para que cualquier internauta, que deseara borrar una información sobre él en el motor de búsqueda, pudiera hacerlo.
El gigante de internet se reservaba no obstante el derecho a eliminar esta información en función de la pertinencia de cada solicitud.
Pero la CNIL, tras recibir cientos de denuncias de particulares a quienes Google rechazó borrar sus datos, envió un requerimiento en junio al gigante de internet para cumplir con la legislación en el plazo de un mes.