El fragmento del ala de avión descubierto en la isla de La Reunión, en el océano Índico corresponde efectivamente a una pieza de Boeing 777 y podría pertenecer al vuelo MH370 de Malaysian Arlines desaparecido en 2014, según fuentes próximas a la investigación en Francia.
El fragmento de dos metros de largo encontrado el miércoles en una playa de la costa occidental de la isla es «del mismo tipo» que los del Boeing 777, indicó una de las fuentes, señalando que la pieza será enviada a Francia metropolitana el viernes para su análisis.
Los expertos consideran, a la vista de su apariencia, que podría tratarse de un flaperón, un pequeño postigo que bordea las alas de avión, y que los pilotos accionan durante el despegue y aterrizaje del aparato.
El fragmento será enviado a un laboratorio de análisis cerca de Toulouse (suroeste de Francia), dependiente del ministerio de Defensa, y especializado en investigaciones técnicas tras accidentes aéreos, indicó una fuente judicial.
Salvo imprevisto, saldrá de La Reunión el viernes y llegará a Francia metropolitana el sábado, para ser analizado «durante la semana próxima».
Desde el jueves por la mañana, el primer ministro de Malasia, Najib Razak advirtió de que los informes preliminares sugerían que los restos pertenecen muy probablemente a un Boeing 777.
En la región ya se han producido otros accidentes aéreos pero ninguno que implique a un Boeing 777; los restos deberían ser identificados rápidamente porque cada pieza de un avión está numerada.
La oficina especializada en investigación y accidentes de la aviación civil francesa (BEA) trabaja en el dosier en coordinación con Australia, que dirige la investigación a nivel internacional.
Un helicóptero de la Gendarmería francesa de esta diminuta isla del Índico rastreó de nuevo durante el día la costa para hallar otros restos, sin éxito.
«La Reunión está muy lejos de la zona donde se llevaron a cabo las pesquisas pero es coherente con lo que sabemos acerca de las corrientes marinas y las informaciones suministradas por los satélites», explicó Joël Sudre, experto oceanógrafo francés.
Según su análisis, los restos del aparato habrían podido viajar desde el oeste de Australia hasta la isla francesa por la Corriente Ecuatorial del Sur. De cumplirse ese escenario, las imágenes satélite de esa corriente marítima poco profunda podrían permitir localizar «en pocos días» la zona del accidente.