15 jefes policiales habrían sido destituidos por ocultar expedientes disciplinarios de efectivos subalternos, afirmó este miércoles el titular del Interior y Justicia, Gustavo González López.
Tal sería el resultado de la aplicación de una «cruzada de inspección para revisar todo el sistema de actuación policial», dijo.
«Comenzamos con la región central, hemos inspeccionado 20 policías y hemos encontrado en las oficinas de actuación policial, las que se encargan del sistema de disciplina, expedientes engavetados», señaló el representante del Ejecutivo.
«Vamos a ser implacables, y el viceministerio que lleva a su cargo, la destitución de 15 jefes de policías por ser permisivos ante la falta disciplinaria de sus subalternos», agregó.
Así mismo, el ministro hizo un llamado a los 27 mil funcionarios policiales a no practicar doble moral y practicar con convicción los valores del servicio público que representan. «Aquí o somos policías o somos delincuentes. Vinimos a ser policías», dijo.
Por otro lado, González López insistió en asegurar que los efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado están educados para respetar los derechos humanos y que las desviaciones han sido corregidas.
«Hemos sido los primeros en castigar y sancionar a nuestros hombres que se desvían de su misión».
Afirmó que esta «rectitud» también se pone de manifiesto en la implementación del Operativo del Liberación del Pueblo (OLP), porque «no tenemos deudas con aquellos que han cometido (delitos). Están tras las rejas, han sido puestos a la orden de la justicia y el sistema judicial venezolano se ha encargado de ellos».
La delincuencia es «política»
Por otro lado, el ministro del Interior manifestó una teoría sobre el origen de la delincuencia en Venezuela, que le resta responsabilidad al Estado y se la achaca a fuerzas «externas» con intereses políticos.
Según el vocero del Ejecutivo, la alta tasa de homicidios y la actividad delictiva es producto de una «transferencia de cultura (…) inoculada por drogas, narcotráfico, dólares con fines políticos para hacer daño, para ocupar una cultura, que repito, no es de nosotros (…) Esa hampa, no es aquella, no es aquella hampa que teníamos, que era nuestro pueblo invisibilizado por ellos mismos».
Esta teoría contradice las opiniones expresadas por expertos que han estudiado el tema de la inseguridad en Venezuela, quienes afirman que la espiral de violencia que se vive actualmente es la consecuencia de una mezcla de factores: años de impunidad, la persistencia de un discurso de violencia impartido en la población desde las instituciones y el poder público, y factores socio económicos.
