La situación del suministro de agua en la capital del municipio Torres es crítica. En los próximos días, más de 100.000 personas podrían quedarse sin el líquido, ante la acelerada disminución de los niveles en la represa Los Quediches (1978), lo que impediría el envío constante a los hogares caroreños.
Las condiciones atmosféricas no han favorecido el llenado del embalse que el domingo alcanzó su cota mínima. Los motores están a punto de ser apagados, porque la demanda es mayor a la cantidad de este recurso natural que se logra obtener de los ríos y afluentes con destino al dique.
Expertos calculan que aproximadamente 750 litros por segundo se desprenden de Los Quediches, pero a Carora solo llegan unos 80 litros por segundo y hasta 22 de acuerdo a registros de Hidrolara, producto de las tomas ilegales y exageradas filtraciones que presenta la tubería principal. En el trayecto se pierden 650 litros por segundo, aunado al racionamiento del agua en la ciudad.
Las consecuencias serían “catastróficas, desencadenando una crisis humanitaria”, reflexiona el legislador Guillermo Palacios, quien además es secretario general de Un Nuevo Tiempo en Lara.
La única forma para evitar una situación alarmante, es que se culmine la sustitución de 6.5 kilómetros de tubería, prometidos por el Estado venezolano en septiembre de 2014.
“Apenas se han colocado 1.6. La obra está paralizada. Si se reinician los trabajos, se podrán recuperar 250 litros por segundo para Carora. Además es necesario realizarse el respectivo mantenimiento a la represa”, explica Palacios.
Se requieren acciones inmediatas del Estado
El legislador asegura que el Gobierno nacional no ha realizado las inversiones necesarias con relación “al mantenimiento de los embalses en la región, solo pretenden trasladar las responsabilidades a la Gobernación, cuando saben que son competencias donde existe corresponsabilidad entre los diferentes niveles de gestión pública”.
Guillermo Palacios, Orlando Fernández, Heidi Rojas y Oscar Rodríguez (concejales de Torres), durante un recorrido por Los Quediches, apreciaron “que las áreas del vaso de la represa están altamente sedimentadas y sus instalaciones abandonadas por lo cual si el Gobierno nacional no toma medidas drásticas se puede generar un serio problema de violación de un derecho humano fundamental que es el suministro de agua potable a los ciudadanos torrentes”.
Estos líderes políticos exhortan a que se declare en emergencia al municipio Torres “para abordar esta delicada situación, ya que no es posible que frente a una crisis de esta magnitud se mantengan posturas de indiferencia y de espera para acometer los trabajos que se requieren para paliar el problema, que ya se siente en la comunidad por la drástica medida de recorte del suministro de agua a la población en general”.
Palacios, Fernández y Rodríguez entregaron un informe a la Comisión de Ambiente de la Asamblea Nacional, a quien se le da por enterado de la delicada realidad que viven los torrenses. “Correspondencia que remití conjuntamente con el diputado Edgar Zambrano y los diferentes niveles de Gobierno saben del problema crítico respecto al suministro de agua en Carora, sin embargo se requiere acciones inmediatas que refuercen las que localmente están promoviendo desde el Concejo Municipal para tratar de mejorar el problema”.
Plantean realizar acciones con el propósito de que el Estado responda oportunamente a los planteamientos antes descritos, a fin de evitar que en Torres se sequen las tuberías y los ciudadanos dejen de recibir el agua por un largo tiempo. Mientras tanto, seguiría el racionamiento, y las familias caroreñas utilizarán su ingenio para sobrevivir sin suficiente líquido.