Luego de los problemas surgidos con las semillas de papa traídas últimamente de Canadá para las siembras de este año, el Gobierno nacional decidió adquirir el producto en Argentina a fin de solucionar el déficit que no permitió a los agricultores producir las cantidades requeridas en el 2015.
José Suárez, máximo directivo de la Asociación de Productores de Papa en la región (Asopapa), lo informó luego de haber asistido el martes a una reunión en Caracas con el ministro de Agricultura y Tierra, Iván Gil, y otros funcionarios de su despacho.
Explicó que las importaciones de semillas del tubérculo se hacen solamente una vez al año y se tiene previsto que en septiembre próximo lleguen al país unas 7.500 toneladas, de las cuales cerca de 2.500 estarán destinadas al estado Lara.
Suárez fue consultado si no se corre el riesgo de lo ocurrido con la última importación procedente de Canadá, de la cual se perdió una buena cantidad por la mala calidad, como se informó a través de los medios de comunicación desde entidades productoras, y respondió negativamente.
Dijo que en esta oportunidad no pasará como la anterior, que en la delegación oficial que viajó a efectos de la contratación no hubo productores pues ahora sí irán para verificar las condiciones de la semilla a traer.
Los tipos que se traerán de argentina son Kenevi, Atlanti y Granola, los más adecuados para Venezuela.
El directivo de Asopapa también aclaró que esas 7.500 toneladas a llegar en septiembre se distribuirán en los estados Carabobo, Mérida, Trujillo y Lara, los principales productores de papa en Venezuela.
También se tiene previsto traer otras cantidades en diciembre, pero insistiendo con Canadá.
Sólo en el municipio Andrés Eloy Blanco se cultivan unas 600 hectáreas y este año no hubo los resultados de anteriores cosechas por los problemas que se han tenido con las semillas importadas de mala calidad que no rindieron lo esperado.
Suárez regresó muy optimista de la reunión con el ministro Iván Gil pues mostró mucho interés en que los paperos venezolanos produzcan su propia semilla, lo cualredundará en beneficios para ellos y para el país por la reducción de las divisas a utilizar en las importaciones.
Dijo que ya existen los laboratorios preparados para que ese proyecto se convierta en realidad.
“Esperamos que en tres años nosotros no tengamos que depender de semillas importadas sino que sembraremos las nuestras, ya climatizadas, con la seguridad de que se obtendrán mejores resultados”,afirmó Suárez.
