La selección de baloncesto de Venezuela desperdició una buena primera mitad de defensa y ataque oportuno desde el perímetro y se derrumbó a partir del tercer cuarto, en ruta a un doloroso revés frente a su similar de Estados Unidos, 85-62, en su estreno en los Juegos Panamericanos de Toronto, en el Ryerson Athletic Centre.
Los criollos aplicaron buena defensa a presión y rotación de la pelota para encontrar al lanzador mejor ubicado y con ello empataron en el primer cuarto, 18-18. John Cox se erigió como temprano referente de la ofensiva y Heissler Guillent vino del banco debido a la lesión temprana –desgarre muscular- del titular David Cubillán.
A pesar de que los estadounidenses conseguían puntos desde la media distancia con la altura de Anthony Randolph y las penetraciones de Damien Wilkins, Venezuela embocó cuatro triples en el segundo parcial y de la mano de Cox y Luis Bethelmy tomó ventaja de ocho puntos al momento del descanso, 41-33.
Hasta allí, el rival lo pasaba mal en la ofensiva –de 32-9 en intentos de cancha- y tenía una pésima relación de asistencias sobre pérdidas de balón (1/8). Venezuela, aunque con muchas faltas (14), logró incomodar lo suficiente y lanzaba mucho mejor (de 10-4 en triples y de 19-9 en intentos de dos puntos).
La tropa de Néstor “Ché” García se pasó 4:03 minutos sin anotar para iniciar el tercer cuarto y los estadounidenses tomaron el control (48-46) a falta de 3:38 con un triple de Bobby Brown. La ofensiva se volvió predecible con excesiva rotación y así Estados Unidos entró al parcial final arriba, 59-53.
Venezuela no se reencontró con sus porcentajes y Estados Unidos aprovechó los problemas de faltas de Gregory Echenique y Miguel Marriaga para atacar a Néstor Colmenares en la pintura y borrar de la cancha a los vinotintos. Damien Wilkins comandó a los ganadores con 21 puntos y Anthony Randolph agregó 16.
Por Venezuela, John Cox y Luis Bethelmy terminaron con 14 puntos cada uno y Néstor Colmenares agregó 12. Esta tarde, a la 1.00, la selección nacional tratará de levantar cabeza contra Brasil, que humilló a Puerto Rico 92-59.