Las típicas acemitas tocuyanas, que por mucho tiempo han identificado al municipio Morán, están escaseando al máximo y hasta podrían desaparecer, si desde instancias gubernamentales no solucionan las dificultades de sus fabricantes para conseguir los insumos necesarios.
Como se sabe, toda persona que llega a El Tocuyo lleva como prioridad adquirir el delicioso pan tan requerido desde todas partes.
“Ahorita tenemos problemas para conseguir la harina, pero lo mismo nos pasa con los otros productos que necesitamos para hacer las acemitas y los otros panes, porque las grandes distribuidoras no toman en cuenta a los artesanos”, explica Alirio Mendoza, encargado de La Diadema, donde desde hace más de 36 años elaboran ese tipo de pan.
Junto al de La Niña Engracia (fallecida), es uno de los más antiguos negocios dedicados a ese típico ramo.
Dice que como no les suministran regularmente la materia prima, tienen que recurrir a los revendedores. Señala precios:
El saco de harina pasó de 1.100 a 4.600 bolívares; la caja de huevos, de 3.100 a 5.600; el queso, de 340 a 480 el kilo, por mayor; la soda, de 620 a 1.800 el kilo, el papelón, de 1.930 a 2.650 la caja; las bolsas plásticas, de 345 a 824 el paquete y el azúcar, a pesar de elaborarla en El Tocuyo, aumentó su precio en 30 %.
También aumentó el precio del anís y de la margarina.
Todo eso ha incidido en una gran disminución en la produccion, no sólo de las acemitas sino también de los otros panes, como pan de horno y catalinas, los más solicitados por visitantes.
En el negocio, los mostradores que antes permanecían llenos de los deliciosos panes, ahora se observan vacíos.
También los precios al público han tenido que ser aumentados para poder cubrir los costos y ahora una acemita normal cuesta 250 bolívares y el paquete de catalinas o pan de horno 100.
“Es que tenemos que hacer milagros para que no desaparezca esto que identifica a El Tocuyo, pero si el Gobierno no mete la mano para que nos lleguen los insumos, y a precios justos, se corre el peligro de que habrá que dejar de producir, aunque estamos dispuestos a luchar hasta lo último para que eso no ocurra”, afirmó.
Mientras Mendoza hablaba con los periodistas, una señora que llegó al negocio se mostró sorprendida al ver los exhibidores prácticamente vacíos, apenas con unas acemitas y pocos paquetes de catalinas o pan de horno, porque el de leche dejaron de producirlo por la desaparición del lácteo.